Competencia ilegal en la Tenderina
Soy un hostelero de Oviedo. Tengo un establecimiento en la zona de la Tenderina, cerca del Palacio de los Deportes, y cumplo con todos los requisitos que establecen las leyes para ejercer mi actividad hostelera. Mi establecimiento tiene una calificación de actividad turística por la que abono las correspondientes tasas, y me ciño a los horarios de apertura y cierre, límites de capacidad que marca el Ayuntamiento. Cumplo con la reglamentación para que el ejercicio de mi actividad sea seguro para mis trabajadores y mis clientes. Es decir, cumplo la ley, como la cumplen el resto de profesionales hosteleros con establecimientos en la zona. Es lo normal. Todos jugamos con las mismas cartas.
Sin embargo, hay un comercio de venta de alimentos en la calle Río Caudal que viene ejerciendo ininterrumpidamente la actividad de restauración sin tener licencia para ello y sin cumplir con los requisitos que exigen la ley de turismo y las normas municipales. No se trata solo de cuestión administrativa, sino que la carencia afecta a aspectos básicos en una actividad como ésta como son no disponer de servicios higiénicos adecuados, no tener cocina ni «office» para la elaboración de pinchos que ofrece… Evidentemente, tampoco tiene seguro de responsabilidad civil para la actividad de restauración. Ese decir, que ejerce la actividad hostelera de forma clandestina.
Esta actividad supone una competencia desleal para el resto de establecimientos que sí cumplimos con la ley y pagamos nuestros impuestos y tasas. Al perjuicio directo que nos produce a nuestros negocios debemos añadir el evidente riesgo para la salud, pues al ser clandestino no está sujeto a control sanitario alguno.
Los hosteleros de la zona intentamos, sin éxito, que legalizara su situación y, ante su reiterada negativa, denunciamos estos hechos con amplia y precisa documentación ante las administraciones local (Ayuntamiento de Oviedo) y regional (consejerías de Sanidad y Turismo). La denuncia fue presentada a mediados del pasado mes de diciembre.
Como ha pasado tiempo suficiente sin que el Ayuntamiento de Oviedo ni el Gobierno del Principado hayan hecho nada, nos vemos en la obligación de denunciar públicamente esta situación tan injusta y la indefensión a la que estamos sometidos los ciudadanos. Con la falta de reacción de los poderes públicos, parecen querer decir a la ciudadanía que cumplir la ley, que pagar la contribución y tener los establecimientos en perfectas condiciones higiénico-sanitarias, de seguridad, etcétera, etcétera, etcétera, no tiene ningún valor, pues quien no lo hace y ejerce de forma clandestina sobrevive plácidamente en la más completa impunidad.
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