Caleyavía del Occidente
Les propongo una pequeña aventura para el próximo fin de semana: viajar al occidente de Asturias. Levántese no demasiado tarde, llenen el depósito de su vehículo de ese nunca suficiente caro combustible y pongan rumbo al pasado.
La autopista «Y» y la autovía A-8 les llevarán cómodamente hasta la coqueta localidad de Muros de Nalón; en este punto, tan estupenda infraestructura finaliza en un eternamente provisional desvío que desemboca en la mediática rotonda de muros, escenario de los numerosos directos televisivos autonómicos empeñados en convencernos de la fluidez del tráfico en la zona.
Sorteado este primer obstáculo podrán disfrutar de un apasionante trayecto de algo más de una decena de kilómetros por la veterana N-632 –Ribadesella-Canero– (por cierto, qué extraña conexión, ¿no?). Esta les deparará a buen seguro diversas actividades de aventura: decenas de cruces (a derecha e izquierda, en tramos curvos y en cambios de rasante), caravanas, frenazos, obras, estrechamientos de calzada, múltiples líneas en tono blanco y amarillo entre las cuales usted podrá elegir, etcétera. Si hay suerte, en poco más de un cuarto de hora, podrán disfrutar al final del tramo de dos imágenes espectaculares: a estribor, la atractiva Concha de Artedo y, a babor, un gigantesco viaducto (en Gijón sería inmediatamente denominado «El viaductón»). Este último le provoca a uno una doble reflexión: ¡qué obras tan colosales ha llegado a construir el hombre! y ¿somos tan ricos que el actual viaducto (que cuenta con poco más de una década de vida) ya no sirve para nada?
Subtítulo: Pequeña aventura de fin de semana
Destacado:Qué pena que la crisis no nos permita construir un imaginativo, novedoso y dinamizador «Centro de interpretación de la Caleyavía del Occidente»
Sin tiempo para más reflexiones podrán disfrutar, nuevamente, de un tramo de autovía y, por supuesto, de la adictiva belleza de la rasa costera occidental. ¡Afortunados los vecinos de Vidío, Ballota o Cadavedo! Justo al pronunciar este último topónimo empezarán a percibir algo extraño; se preguntarán, con toda seguridad, si habrán pinchado o si su cuidado vehículo ha llegado al final de sus días o… Tranquilidad, les quedan 4 km por delante de un tramo que bien forma parte de aquellos rallies de tierra que disputaba el gran Carlos Sainz. Eso sí, a la espera de que DGT y Demarcación de Carreteras se dignen, les recomiendo no circular a más de 80 km/h (excepto aquellos vehículos preparados para ello: motos de trial, coches todo terreno, tractores, etcétera). Inaugurado en abril de 2007, el tramo Cadavedo-Querúas se encuentra en un estado lamentable, languideciendo a la espera de un rescate (bacheo) que nunca llega. ¿Recuerdan cómo la ministra de entonces (doña Magdalena Álvarez) retrasaba una y otra vez las obras en nuestra región «para hacerlas bien…»? ¡Que no falte el humor en España!
Otro cuarto de hora y, a la altura de Luarca, regreso a la sufrida N-634; buen momento para tomar un café en Otur. Supongo que les vendrá bien para afrontar el regreso al siglo XIX que les aguarda a pocos kilómetros. La inicial falta de inteligencia de algún ingeniero, posteriormente, la miseria del Gobierno anterior y, por último, la desvergüenza del actual les invitan a circular en un recorrido de dos kilómetros entre las vidas de los ya perpetuamente condenados vecinos de El Bao.
De rotonda a rotonda, en pocos kilómetros, podrán continuar su trayecto, ahora ya, por autovía hasta la vecina y amiga comunidad gallega. Un espectacular viaducto atirantado les permitirá observar privilegiadamente el valle del Navia y, espero, que desechar la idea de escapar de esta Asturias nuestra, que circular hacia el Occidente les habrá provocado.
Si conservan fuerzas y su vehículo no se encuentra cansado en exceso, les recomiendo saborear la olvidada pero inmensamente afortunada tierra de los Oscos, Grandas, Pesoz, Illano… Disfruten de su gente, de sus tradiciones, de su paisaje… pero recuerden: ¡no se quejen!, ellos ya saben lo que cuesta llegar hasta allí. Tampoco les pregunten sobre qué piensan o qué sienten cuando leen las recientes y edulcoradas entrevistas (verdaderos publirreportajes) con los responsables de Fomento, ensalzando sus logros y obviando, cobardes, sus fracasos.
Qué pena que la crisis no nos permita construir un imaginativo, novedoso y dinamizador «Centro de interpretación de la Caleyavía del Occidente».
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