¡No y mil veces no al fichaje de Braulio!
Decía el señor Vega-Arango hace unas semanas, con motivo de una injusta acusación de amaño de partido, que el Sporting en sus 107 años de historia había sido un club inmaculado. ¡Poco hemos tardado en ensuciar dicha historia! Si recala en nuestras filas ese «individuo» (por no llamarle con otros contundentes vocablos), habremos tocado fondo. ¡Sería peor que descender a regional!
¿Cómo puede esta directiva siquiera analizar su posible incorporación? ¿Cómo puede el grupo de ojeadores aconsejar su fichaje sin ruborizarse? Vuelvo a parafrasear al presidente que decía aquello de «deberíamos estar hablando de cuestiones deportivas y no de otras que me producen asco». Pues asco y vergüenza siento como persona, como gijonés y como sportinguista cuando leo que el equipo de mi ciudad está muy interesado en la contratación de un delincuente. ¿Acaso hemos perdido el sentido del honor y la dignidad? ¡Ni aunque fuera el mejor delantero del mundo habría que ficharlo con semejante catadura moral!
Resulta cuando menos paradójico que se acelere la marcha de Barral aduciendo un carácter conflictivo para sustituirlo por alguien condenado por abusos sexuales. ¡Esto sí es un acto ignominioso, señor Vega-Arango! ¡Y esto sí que hay que recogerlo gota a gota, que algo siempre queda! Me había emocionado usted con aquella rueda de prensa en defensa de nuestros colores mancillados, pero observo ahora con estupor e incredulidad cómo no da marcha atrás a la recomendación del cuerpo técnico (a cuyos componentes debería caerles la cara de vergüenza).
¡Y este asunto sí que no debe dejarse enfriar! ¡No como el de la cadena COPE que lo fuimos dejando estar hasta que el español presentó las oportunas denuncias! A remolque de los demás, como siempre.
Si queda un ápice de orgullo en el Sporting, su mandatario o su junta directiva debería convocar ya una rueda de prensa para desmentir el interés en el fichaje de Braulio. Están cubriendo de fango una noble institución y sembrando la ira y el desconcierto en una afición cada vez más harta de la deriva de su amado club.
¡No y mil veces no al fichaje de Braulio! ¿Puxa Sporting!
Daniel Ángel Díaz Menéndez, Gijón
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