En defensa de la sanidad pública
El día 21 de junio recibí el alta hospitalaria después de estar una semana ingresada en el área de medicina interna de la Residencia Nuestra Señora de Covadonga de Oviedo y de un ingreso por urgencias. Esta carta quiere ser un testimonio de agradecimiento a todo el personal médico que a lo largo de toda la semana me ha dispensado el mejor de los tratos posibles, siempre con una profunda humanidad y una amabilidad en todo momento muy de agradecer. Eso ha sido así desde el personal del centro de salud de Posada de Llanera, los responsables del traslado en ambulancia, al personal de urgencias y el de la quinta planta de la residencia.
Ya lo tenía claro desde siempre, pero esta circunstancia me ha hecho aún más consciente de la necesidad de defender nuestra sanidad pública, de pedir una vez más a nuestros representantes políticos que cuando piensen en recortes, por favor, dejen de lado la atención sanitaria, hagan los recortes por otros lados porque ya es bastante malo encontrarse enfermo como para que encima te castiguen por ello. Porque nuestro sistema sanitario funciona razonablemente bien como he tenido ocasión de comprobar por mí misma, y eso tiene que seguir siendo así, porque somos los trabajadores, pensionistas o parados, es decir, la inmensa mayoría de las personas de este país, los que más necesitamos el sistema sanitario público. No me gustaría tener que pensar que quieren recortar en la sanidad pública precisamente aquellos que pueden no necesitarla tanto al tener recursos suficientes para recurrir a la privada, dejando así a la mayoría un poco más desasistida todavía. No puede ser que sea la salud de los ciudadanos la que termine pagando los despilfarros de los menos.
Termino animando a todos los profesionales sanitarios a que sigan trabajando con la misma dedicación y profesionalidad con la que me han tratado en esos días difíciles. Muchas gracias a todos por todo.
Manuela Iglesias Galán,
Posada de Llanera
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