Magro versus Forascepi
El pasado 5 de julio replicaba el Sr. Magro a unas declaraciones de desengaño del Sr Forascepi –ambos miembros fundadores del partido de F.A.C. y antiguos desertores del PP– en las que este último anunciaba su abandono ante el funcionamiento y las formas en que se había convertido la nueva organización política, parece que mucho menos plural, menos democrática, pero absolutamente servil al «fulanismo» imperante en ella.
En la plantilla del partido de F.A.C. no deben de quedar muchas plumas replicantes para que hayan tenido que recurrir al filósofo don José Luis. Digo esto porque el Sr. Magro que ha escrito mucho sobre el PP, incluso tratando de dar lecciones después de abandonar su antiguo partido, es uno de los menos indicados para dar explicaciones al Sr. Forascepi sobre cómo se aplicaron los principios de «mérito y capacidad» para confeccionar las listas de F.A.C., los puestos del Gobierno, los puestos de trabajo del grupo parlamentario o los del propio partido.
De su numerosa prosa en artículos publicados en los dos últimos años citaré unos párrafos del titulado «El efecto Asturias» sobre los fundamentos y justificación de la necesidad de una nueva formación política que nos iba a regenerar a los asturianos:
«El efecto Asturias es la manifestación del rechazo que miles de asturianos sienten hacia los aparatos de los partidos… el ciudadano reniega de la política que se desempeña como puro medro y salvaguarda de intereses personales y de partido».
«Marginados, esquilmados y engañados, los ciudadanos están sufriendo los latigazos que la galopante crisis les propina, mientras que sus dirigentes, ni la sufren en el presente por las prebendas que todos los partidos se otorgan a costa del erario público».
¿Cómo ha practicado el Sr. Magro estas doctrinas cuando ha ocupado la oligarquía del Partido de F.A.C.?
Al poco de tomar posesión sus diputados, uno de los primeros puestos de trabajo del nuevo grupo parlamentario, ¡toma ya!, para su hijo. Por si fuera poco y pasados unos meses, qué mejor que con unos cuantos años de jubilación a sus espaldas colocarse él mismo en la lista al Senado por Asturias para ir a salvaguardar los intereses de los asturianos.
Por eso, algunos esperamos que el Sr. Forascepi, desde su conocimiento de los múltiples casos similares que se han producido en la oligarquía fundadora del partido de F.A.C., nos ilustrase sobre cuáles han sido los métodos «democráticos y de regeneración» que introdujeron y nos diese a conocer las prebendas que como Magro han tenido muchos de sus dirigentes.
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