El país se desangra y la ciudadanía se divide
Seguramente todos (o la gran mayoría de los ciudadanos) tenemos en nuestra mente quiénes son los grandes responsables de la situación actual del país: los políticos y la banca.
El problema viene cuando tratamos de buscar solución a los problemas.
Llegan unas elecciones y nos dividimos: unos seguirán votando al PSOE o al PP pase lo que pase y cueste lo que cueste; otros buscaremos alternativas al bipartidismo existente (por desgracia, los menos numerosos, seguramente) y un tercer grupo, directamente, no irá a votar (un colectivo cada día más numeroso y probablemente cargado de razones para adoptar esta postura).
Surgen conflictos y problemas como el del sector minero (pienso que se deben respetar los acuerdos vigentes a nivel europeo, dinero que se han ventilado en gran parte los señores políticos, pero también creo que la industria minera debe reorientarse, porque, tal como funciona a día de hoy, no tiene futuro) y nos volvemos a dividir entre los que apoyan a los mineros y los que los atacan, porque sus medidas de presión son bastante discutibles (la violencia sólo engendra violencia).
Se plantean ajustes en el sector público (creo que sobran los que están puestos a dedo por los políticos y su entorno, que son los que realmente ensucian el gremio y algunos que no son todo lo profesionales que deberían ser) y nos volvemos a dividir entre los que consideran a los funcionarios como el cáncer de este país y los que los defienden.
Podría poner mil ejemplos y llegaríamos a la misma conclusión: cada vez que hay un problema nos dividimos y lo único que logramos es que los verdaderos responsables del pozo en el que nos estamos metiendo se sigan riendo y burlando de los sufridos ciudadanos.
Hay un dicho ya muy antiguo que reza así: divide y vencerás. Quienes tienen la sartén por el mango lo aplican día a día, y así nos va.
Conclusión: o remamos todos en la misma dirección o esto se va a la mismísima mierda.
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