Catalina y Polo de La Laguna
Catalina y Polo García-Argüelles, hermanos, vivieron siempre juntos, primero en las Casas del Cuitu, después en Fray Ceferino, hasta su muerte, con unas horas de diferencia; no podía ser de otra manera, tal habían sido sus vidas.
Oriundos de la Casa Solariega de La Laguna, en El Entrego, y sobrinos de la esposa de Leopoldo Alas «Clarín», Onofre, vivieron siempre de los recuerdos de aquellos tiempos. La capilla, en el jardín de la casa, fue el último acto religioso con la primera comunión del niño Polín. También, escenario de la boda de mis padres, en el año 1923.
Tenían una conversación deliciosa y evocadora. En el sitio principal de su vivienda, tenían ornamentos y como un relicario de los restos de la capilla, dedicada a San Ildefonso.
Eran los dos amantes de la música: socios y asiduos de la Sociedad Filarmónica, se les veía juntos, acompañados casi siempre de un fiel y joven amigo.
Una biblioteca tapizaba las paredes de su domicilio, libros muy leídos, hasta que una cruel enfermedad de la vista les privó de ese placer.
Al desaparecer ellos, desaparece una época. Serán muy recordados. Descansen en paz.
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