Indignada por una carga policial indiscriminada
Soy minera, y el día 11 fui a Madrid a aportar mi granito de arena con la manifestación en defensa de la minería y a arropar a mis compañeros de la «marcha negra». Todo fue muy emotivo, el reencuentro, el ver tanta gente acompañándonos: familiares, amigos, padres, hijos y colectivos que nada tenían que ver con la minería (Bomberos, trabajadores del metro, científicos, tercera edad, enseñanza... y madrileños en general) gracias a todos. Todo comenzó muy bien hasta la llegada a la altura del Bernabeu, en la que gente ajena a la manifestación increpó a los antidisturbios tirándoles piedras y adoquines incitando a éstos a cargar sobre la gente, pero esto es lo indignante: cargaron indiscriminadamente sobre las personas que allí nos encontrábamos, sin importarles que hubiera ancianos y niños, todos muy peligrosos, íbamos armados con bocadillos y botellas de agua. Es tal mi indignación que me da lugar a pensar varias cosas, entre ellas que el coeficiente intelectual exigido a los antidisturbios está por debajo del nivel de la ESO en todos sus niveles de actuación porque tan responsables son los que dan las órdenes como los que las ejecutan. Pienso que fueron ellos mismos los que reventaron la manifestación para echar la culpa a los mineros y crear mala imagen. Y esto se veía venir, dado que en otras ocasiones que hemos tenido que ir a Madrid ya se encargaron de reventarla por el camino, registrando autocares e incluso reteniendo el tren para no dejarnos llegar a tiempo. Lo que me da más pena es quizá no haber podido concluir la marcha ovacionando a mis compañeros de la «marcha negra», de los cuales me siento muy orgullosa.
Terminaré dando un toque de atención a los políticos ya que en la proposición en defensa de la minería que votaron en el Parlamento asturiano, los políticos del PP votaron en contra, con lo cual ojalá desaparezcan las autonomías y sus gobiernos ya que no sirven para defender los intereses de quien representan ni aquí ni cruzando el Payares.
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