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No pasamos la revalida, repetimos

16 de Julio del 2012 - Carlos Muñiz Cueto (Gijón)

Quien no pasa la revalida es este país. Seguimos con el mismo error de conservar la académica concepción como única realidad formativa. La falsación no es posible porque el error, sobradamente contrastado con esta crisis, no se reconoce. El mundo académico y los AASS siguen sin ver que la FP inicial no puede sustituir a la a la FP ocupacional para el empleo que es el cuello de botella por el que pasa la competitividad industrial. Seguimos con las mismas ideas por parte del MEC y los AASS que son incapaces de comprender que todo se reduce a tener claros dos conceptos: evaluación y prueba de acceso. No es cierto que deban existir exámenes finales y revalidas, lo que debe haber es una evaluación sería para que el alumno sea orientado y comprenda cuál es su estado para poder decidir dónde presentarse a pasar la prueba de acceso (auténtica revalida y examen inicial) y continuar su progreso formativo y desarrollo profesional. Es abrir puertas y dar posibilidades; es libertad y no encajonar hacia el trabajo sin haber pasado por los contenidos específicos diferenciados de la FP para el empleo que, como «Aprendizaje permanente», hará posible la empleabilidad a lo largo de la vida de todos. Es comprender la flexibilidad de las especialidades formativas y sus itinerarios. Es evaluar y orientar dentro de un itinerario flexible de materias. ¡Sí! Acabo de matar otra «vaca sagrada»: los cursos serían intensivos por especialidades formativas y cuatrimestre formando parte de itinerarios adecuados a cada persona, y no de anualidades rígidas para todos. A cada especialidad formativa un aula y un tiempo intensivo de impartición por cuatrimestre.

Otros conceptos imposibles en este país son: ocupación; especialización específica; y «aprendizaje permanente». Tras el grado académico, sea éste del nivel que sea, viene el postgrado ocupacional del «Aprendizaje permanente» para la empleabilidad de las personas a todo lo largo de la vida. El cual puede ser de dos tipos: 1) Del tipo «ocupación»: prepararse para el desarrollo de una ocupación (un graduado universitario en Ciencias del Derecho, si quiere ejercer como abogado, realizará un master de «Abogacía»). 2) Del tipo «específico»: prepararse específicamente en una materia (así, de cara al empleo en una naviera, el mismo licenciado anterior podría realizar un master de «Derecho marítimo internacional»). Es decir, realizar un «aprendizaje permanente» para mejora continua de la empleabilidad. Seguimos sin admitir la existencia de múltiples postgrados de carácter ocupacional y/o de especialización con contenidos avanzados y diferenciados de los del grado inicial impartidos por profesores provenientes del mundo de la empresa, instructores con dedicación exclusiva y función pública en la materia. Esto para los tres grados: medio, superior y universitario.

Pero el MEC, el INCUAL, y los AASS, siguen creyendo que no hay contenidos propios, diferenciados, profundos y avanzados; niegan hasta la propia existencia de la FP permanente pública posterior a la inicial, y así nos va. Consecuentemente, la competitividad de las empresas y la empleabilidad de las personas ha quedado seriamente dañada y, con la crisis, nos descubrirnos sin industria competitiva porque la que teníamos, sin el adecuado conocimiento, era el manufacturero ladrillo. Seguiremos manteniéndonos en el error sin encontrar nunca esa prueba de acceso al progreso siendo incapaces de aceptar la estructura del conocimiento que se desprende del Marco Europeo de Cualificaciones y de su interpretación. El atraso ya no será por la crisis económica, sino por la falta de desarrollo de una FP ocupacional que, colgando desde la Universidad y la Empresa, desarrolle sus propios métodos y contenidos.

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