Gobernantes, privatización y necedad
En los últimos años, vecinos de Piedramuelle (Oviedo) hemos mandado escritos, aterradores, sobre el sistema de casas de acogida de Asturias para M.E.N.A.S. (Menores Extranjeros No Acompañados), en concreto sobre la existente en Piedramuelle (Oviedo) que está dirigida de forma privada y que complementa el sistema público de centros para menores. Los escritos son un relato que todo el mundo en la Consejería de Bienestar Social y Vivienda y en otros ámbitos de la Administración (diputados, sindicatos, Policía, etcétera) deberían conocer, pero que también deberían ser conocidos por todos los ciudadanos. Los hechos que se describen en los escritos son el resultado de unas pautas en las que las funciones básicas de gobierno se están privatizando y deteriorando.
¿Qué tipo de patente tienen estas asociaciones sin ánimo de lucro que pueden saltarse las normas existentes a la torera? Un sistema mal dirigido, sin personal suficiente (no se cumplen la ratio educadores/menores y muchas otras normas) con unos trabajadores desmoralizados, en el que los menores más conflictivos campan a sus anchas causando estragos mientras que los menores que tienen algún interés en estudiar o progresar soportan a otros que no quieren más que vivir del cuento y del dinero público.
Es una historia que no es de ahora y que vista con perspectiva nos demuestra que la privatización de las funciones públicas la realizan también partidos de izquierdas, eso sí con sigilo y sin hacer mucho ruido. Estas asociaciones, que no mejoran en nada la labor de los centros públicos, se gestionan con subvenciones, que aunque son sin ánimo de lucro, no significa que no sean un negocio. La privatización debería dar lugar supuestamente a un ahorro de costes y una mejora en la gestión. Si bien esta gestión privada se lleva a cabo mediante reducciones de personal, escasas prestaciones educadoras y convierte a los educadores en meros vigilantes sin autoridad.
Todo esto lleva a una falta de resultados que no supone sólo la merma de medios económicos para otros fines sino que se está hipotecando el futuro social de Asturias. Son futuros adultos sin perspectivas de educación ni trabajo y orientados a la marginalidad cobrando del erario público.
Vivimos en la liberalización de la chapuza sólo que la chapuza aquí la han hecho partidos que se dicen de izquierdas, no peligrosos neoliberales. Mientras a los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado que tienen que velar por nuestra seguridad se les recorta el sueldo y sus medios de trabajo y ven cómo muchos de los M.E.N.A.S. que actualmente están acogidos en Asturias gracias a un sistema muy mal gestionado les toman el pelo y nos toman el pelo a todos y además con nuestro dinero.
¡Olé! por la política bien hecha. Como decía aquel: gobernantes, tenéis un cuajo.
P.D. Esta carta está basada en un artículo del premio Nobel de Economía Paul Krugman publicado en «El País» el 24 de junio de 2012 titulado «Cárceles, privatización e influencia».
Vivimos en un mundo global y es curioso que entre sociedades tan distantes y tan distintas como la estadounidense y la asturiana al final nos igualamos por la necedad de los gobernantes.
J. Alfonso Penagos
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