La consideración social de las depresiones
Soy una enferma bipolar desde hace quince años. Todas las enfermedades llevan consigo un alto grado de sufrimiento y ésta no iba a ser menos, pero lo es más porque al dolor va añadida la incomprensión, el desinterés y la amargura de ver cómo tus seres más queridos, los hijos, ni te entienden ni te quieren entender.
Me decidí a escribir porque ayer estaba indignada oyendo en los informativos cómo decían sobre un adolescente alemán que mató a un montón de personas que se encontraba a tratamiento psiquiátrico porque había padecido depresiones. Una persona con depresión, creo yo, es incapaz muchas veces de levantarse de la cama, soporta una apatía total que le lleva incluso a despreocuparse de su higiene personal, el pensamiento recurrente es la muerte porque te sientes que no sirves para nada, tienes la autoestima al borde del subsuelo. Lo menos que te pasa por la cabeza es coger un arma de fuego y arremeter contra quien se te ponga por delante. Si atentas contra alguien es contra ti mismo.
Yo no soy psiquiatra, soy una persona enferma, y creo que los médicos deberían salir al paso de estas informaciones y aclarar las cosas a la gente. Que somos personas que padecen una enfermedad como otra cualquiera, esclerosis múltiple, escoliosis, problemas oncológicos, glaucoma, etcétera. Sin embargo, somos personas estigmatizadas por la sociedad, algo, a mi modo de entender, totalmente injusto que los facultativos deberían –vuelvo a repetir– poner con conocimiento de todo el mundo.
Un trastorno bipolar es un desequilibrio bioquímico cerebral. El problema reside en un neurotransmisor cerebral llamado serotonina. Los enfermos de Parkinson tienen el problema en otro neurotransmisor llamado dopamina, sin embargo a estos enfermos no se les trata de igual modo que a nosotros. Nosotros no somos locos ni «estamos chiflados». Por favor, ¡ya está bien! La depresión entraña un sufrimiento atroz y una melancolía devastadora, máxime cuando los que tienes a tu alrededor, tus seres más queridos, te rechazan y no quieren comprender por lo que estás pasando. Te encuentras sola y perdida, y la única solución es acabar, desaparecer de una vez, las ideas suicidas están presentes constantemente. Sólo pido comprensión y que no se hable tan a la ligera de las depresiones.
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