¿Conciencia o hipocresía?
El pasado 17 de julio leí, en la sección de cartas de los lectores, la titulada ¿Esnobismo o conciencia?, en la que su autor, padrino de una joven que fue bautizada a los 9 años para poder recibir la primera comunión, critica el primer bautizo civil celebrado en Grado el día 15 de julio.
Quiero hacer algunas reflexiones sobre el tema:
Su ahijada se preguntaba por qué no la habían bautizado, pero también hay muchos niños y jóvenes que se preguntan justamente lo contrario, ¿por qué me han bautizado?, con el agravante de que el no bautizado puede bautizarse, aunque sea a cierta edad, pero al bautizado que no es creyente, ¿quién lo desbautiza? Es más coherente hacerse creyente primero y bautizarse después, como ocurría en la Iglesia primitiva.
La pequeña Lía no tendrá nada que recriminar a sus padres, más bien les tendrá que agradecer una educación en libertad, libertad para elegir si quiere bautizarse, libertad para elegir si quiere ser atea, cristiana o profesar alguna otra religión; sus padres la orientarán según sus convicciones, pero ella elegirá libremente.
La responsabilidad de criar, cuidar y educar a un hijo corresponde a los padres. Los demás podemos estar de acuerdo o no, pero no nos compete. No bautizar a un hijo no es esnobismo, simplemente es no ser hipócrita. Porque ser cristiano de boda, bautizo y entierro, como lo es una buena parte de la población de este país, es hipocresía.
Para muchos niños que hacen la primera comunión lo más importante de ese gran día son los regalos que van a recibir, y muchos muertos no creyentes, si pudiesen, se negarían a entrar en la iglesia antes de ir a su último lugar de reposo.
Otro tema bien distinto es que se haga una ceremonia civil para recibir a un nuevo miembro en la comunidad, pues parece que eso molesta, no sé si más que el no bautizar a un niño.
Hoy día a nadie le resulta extraño que una pareja celebre una boda civil; pues ya va siendo hora de que se generalicen las alternativas laicas a esos momentos de la vida, alegres o tristes, que es importante compartir: un enlace, la pérdida de un ser querido, la llegada de un nuevo miembro a la familia.
No sé si es muy correcto llamarlo bautizo civil; tal vez debería llamarse ceremonia de bienvenida a la comunidad o algo así; en todo caso, reunirse para celebrar públicamente la llegada de un nuevo ser no debe estar ligado necesariamente a un acto religioso.
El bautizo civil no es obligatorio, como tampoco lo es el bautizo religioso; así pues, que cada uno haga lo que le dicte su conciencia. Y que cada uno se preocupe por sus cosas, que han de ser bastantes, y deje de ocuparse de lo que hacen los demás.
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