Descontrol de horarios y de gastos en Sanidad

El horario impuesto a los empleados que trabajan en el Sespa es lesivo para los intereses de los mismos, puesto que constituye un gasto al tener que comer fuera de casa.

Esta nueva imposición pone de manifiesto la incompetencia de los sucesivos consejeros de Sanidad, que no han sabido hacer frente a la causa fundamental del endeudamiento de la sanidad asturiana, o no han querido hacerlo, lo cual es peor.

¿Por qué ha llegado la sanidad asturiana a este nivel de endeudamiento? Por varias razones.

1°. Por el deliberado y sistemático incumplimiento del horario de trabajo. Si se cumpliese con el deber, no se generarían listas de espera, por lo que no habría que realizar desembolsos en horas extra (peonadas) que suponen una cuantía similar a media jornada de trabajo, ni derivar pacientes a clínicas y hospitales privados. Pero cuando se entra tarde y se sale mucho antes de la hora, para poder estar a las dieciséis horas en el trabajo particular, al que dedican mayor atención, es lógico que no se saque el trabajo diario, que se generen listas de espera, malestar entre los pacientes y un desembolso de las arcas públicas, que pagan todos los contribuyentes, para hacer frente a las horas extra (peonadas) y a las clínicas y hospitales privados.

Y esto ocurre por la incompetencia integral de los sucesivos consejeros de Sanidad, que, a diferencia de los de otras consejerías, que no han generado tal endeudamiento, y no lo han hecho porque en el edificio múltiple de las Consejerías se controlan las entradas y salidas, mientras que en la sanidad hay una anarquía absoluta, especialmente manifiesta entre los médicos antiguos, afortunadamente para los contribuyentes asturianos la mayor parte jubilados, quienes a las 13.00 horas estaban comiendo en casa para hacer frente a sus ocupaciones privadas a las 16.00 horas. Y esto se hacía extensible al resto del personal de fisioterapia, radiodiagnóstico, etcétera.

2°. Falta de control en los gastos. Por deferencia hacia los contribuyentes asturianos se debería hacer una auditoría de las cuentas de Sanidad, y entonces se comprobaría si los gastos estaban justificados y los contratos seguían la normativa de adquirir la mejor calidad al menor precio ¿O es que todos han olvidado que Igrafo era el suministrador «oficial» del Sespa?

3°. Política de prevención. Si se llevase a cabo una política de prevención, el Sespa ahorraría más del 20 por ciento de su gasto anual.

Asturias registra una de las mayores tasas de ingreso hospitalario por cardiopatías y tiene una alta incidencia en diabetes, con un importante incremento especialmente entre niños ¿Algún consejero de Sanidad ha propuesto alguna vez llevar a cabo una campaña, en centros de atención primaria, para reducir el consumo de grasas saturadas (carne roja y mantequilla) y grasas trans (alimentos elaborados con aceite de palma), causantes ambos de tal incremento? En los últimos años ha aumentado el número de prótesis derivadas de la osteoporosis a edades cada vez más bajas ¿Algún consejero de Sanidad organizó alguna vez una campaña en centros de atención primaria orientada a las mujeres premenopáusicas para que incrementen la ingesta de alimentos ricos en calcio?

¿Algún consejero de Sanidad planteó que el gasto recaiga sobre quienes se niegan a abandonar hábitos tóxicos, en lugar de hacerlo sobre el resto?

Luego se ha llegado a la situación actual no sólo porque al frente del Sespa se ha colocado a incompetentes integrales, sino también porque hay unos intereses creados, muy interesados en que todo vaya a peor para poder así sacar réditos.

Efectivamente, de igual modo que el Sespa no se hubiera endeudado, ni se hubieran llevado a cabo reformas y recortes, si se hubieran evitado los problemas expuestos, comenzando por el cumplimiento de horario, tampoco los políticos hubieran podido llevar a cabo privatizaciones y reformas laborales si no hubiera habido economía sumergida.

Frente a los que achacan a Merkel y los mercados la responsabilidad de la crisis, los recortes y las reformas, cuando en otros países de la UE no hay crisis, ni recortes, ni reformas, para justificar el desmantelamiento de los logros laborales y sociales, está plenamente demostrado que no se hubiera llegado a la situación actual si hubiera habido responsabilidades políticas –patrimoniales y penales– y se hubiera erradicado la economía sumergida.

En España la economía sumergida constituye el 23 por ciento del PIB, y el paro alcanza el 25 por ciento; si se eliminase a los involucrados en la economía sumergida, la tasa de paro se situaría a niveles de otros países de la UE, alrededor del 5 por ciento. De este modo, el Estado tendría que hacer menos desembolso en subsidios de desempleo y sin recursos, y las arcas públicas recaudarían más al haber más trabajadores ¿Pero que supondría esta situación? Que los políticos no podrían llevar a cabo reformas laborales ni privatizaciones, tal como han venido haciendo desde hace veinte años, empresas privatizadas en cuyos consejos de administración aspiran a entrar los políticos.

En Asturias, sin ir más lejos, más del 60 por ciento de la economía sumergida se concentra en el sector primario, con un fraude de decenas de millones de euros. ¿Alguien ha visto alguna vez a los políticos de la Junta General proponer medidas para erradicar la economía sumergida? No, no les interesa, bien por intereses electorales –esos delincuentes son votantes suyos–, bien porque así se facilitan sus planes privatizadores.

Los delincuentes involucrados en la economía sumergida condenan al paro a los autónomos e impiden trabajar a los parados. De este modo, en Asturias cada vez hay más parados y menos recursos públicos.

¿Es aceptable, no digo ya justo, que habiendo en Asturias más de cien mil parados, la mayor parte de ellos jóvenes, y miles de hogares con todos sus miembros en el paro, se permita trabajar a los prejubilados y jubilados, la mayoría de ellos con una pensión superior al salario de un trabajador en activo?

Ahí están el delegado del Gobierno, o los dos sindicalistas concejales en el Ayuntamiento de Oviedo, o los profesores y catedráticos de la Universidad, y los miles que hay trabajando en todos los sectores productivos –ganadería, industria, servicios–, comenzando por los mineros, esos que luego exigen solidaridad al resto de asturianos, la mayor parte sin cotizar a la Seguridad Social, ni declarar a Hacienda, ni cobrar el IVA por sus actividades.

¿Habría más de cien mil parados en Asturias si no se permitiera trabajar a los anteriores? ¿Habría cada vez más familias recurriendo a comedores de beneficencia y a solicitar ayudas públicas si pudiesen acceder a los puestos de trabajo que les quitan los anteriores? ¿Tendrían que irse de Asturias los jóvenes si se les permitiera desarrollar sus proyectos laborales, coartados por los anteriores?

El podrido sistema actual ampara a los malhechores que defraudan a la Seguridad Social, a Hacienda, que quitan el puesto a los autónomos e impiden trabajar a los parados, que condena a la miseria a las familias. Malhechores que contratan sin asegurar ni declarar a Hacienda, que cobran el salario de sin recursos y el de agotamiento de paro y se dedican a actividades lucrativas. En un sistema bien organizado, como era Alemania, a esos tales se les pondría un pijama a rayas... y de pico y pala a trabajar para el Estado.

Todo ello forma parte de una manipulación político-mediática para lograr un modelo laboral similar al de China y de prestaciones como el de EE UU. ¿Dónde está el dinero que había a principios de los años noventa para el nuevo HUCA? ¿El destinado a la reconversión industrial? ¿El de los fondos mineros? ¿El de la PAC? Estas cuestiones no las plantean los políticos ni los medios de comunicación, como no plantean la reducción del número de políticos y la equiparación de su salario al de un contratado laboral de la Administración. ¿Para qué queremos tantos políticos en Asturias, cuando a la Junta General sólo acude con regularidad la cuarta parte, y para que un Ayuntamiento sea sostenible precisa de un mínimo de quince mil contribuyentes? Por lo que nos cuesta un político tenemos varios médicos y profesores. Sin olvidar que a la Junta General llegan los alcaldes que más endeudan los ayuntamientos y los sospechosos de corrupción urbanística, al igual que ocurre con los dos últimos delegados de gobierno.

En lugar de plantear lo anterior, se manipula con cuestiones como la del lobo en los Picos de Europa, que por cierto constituye un fraude a la UE que está destinando miles de euros a los ayuntamientos de la zona por estar en un espacio natural y luego se dedican a matar la fauna silvestre. Ahí se ve otro claro ejemplo de manipulación político-mediática –similar a la llevada a cabo contra Afganistán, Irak, Siria e Irán–, tratan de hacernos creer que el lobo es el enemigo de los ganaderos –y no los intrusos que se dedican a la ganadería, ni quienes especulan con las materias primas–, para que así la masonería u oligarquía internacional pueda venir a matarlos, como va a otros lugares a matar elefantes y leones. Claro que esto constituye un arma de doble filo para ellos, pues así están identificados cuando en Europa soplen otros vientos (los tribunales islamistas condenan a muerte a los cazadores).