«Verde agua» y Adevida
Tras ocho años de su inicial publicación, el delicioso libro «Verde agua», de la autora italiana Marisa Madieri (Fiume, 1938; Trieste, 1996), de Ediciones Minúscula, sigue reeditándose por el éxito que parece haber conseguido.
«Verde agua» es una narración-diario con breves apuntes autobiográficos en los que la condición ciudadana desplazada, por el cambio de fronteras tras la II Guerra Mundial, parece querer protagonizar el relato. Fiume, la ciudad donde nació la autora y protagonista del libro pasó a llamarse Rijeka y a pertenecer a primero a Yugoslavia y ahora a Croacia. Pero lo cierto es que este relato acaba siendo mucho más. «Verde agua» –«que es el color del amor», dice Marisa Madieri– es un libro repleto de vitalismo, serenidad, inteligencia, generosidad, amor, femineidad... adornado además de detalles poéticos que sobresalen entre una prosa sobria y directa. Habla de años inconscientemente felices, de una vida muy dura en un gran edificio de Trieste mal habilitado para refugio de los italianos de Istria y Fiume que prefirieron marcharse que cambiar a la nacionalidad yugoslava; de sus estudios, de su matrimonio –con el conocido profesor, ensayista y novelista Claudio Magris, entre otras cosas, premio «Príncipe de Asturias» de las letras– y de su dedicación a ayudar a madres para dar un quiebro al aborto... En fin, una vida muy serenamente llena y feliz.
En Oviedo también hay quien ayuda a dar quiebros al aborto; como es, además de otras instituciones o particulares, la Asociación Asturiana de Defensa de la Vida (Adevida), que atendió en el año pasado a 46 mujeres y 54 niños, con ayudas económicas, sociales, psicológicas, ginecológicas, jurídicas o humanas para llevar a término su embarazo no deseado inicialmente. En muchos casos hacen un seguimiento posterior, que se materializa en aportaciones alimentarias para la familia, orientación para la búsqueda de trabajo o cualquier otra necesidad. Estas ayudas no están condicionadas por ningún requisito discriminatorio y son discretas y confidenciales.
De todos los que se han beneficiado de estas ayudas, aproximadamente el 20 por ciento han llegado dirigidas desde ayuntamientos; otro 30%, de parroquias; el 5%, desde otras ONG, y el 40% restante, de un modo directo. El 50% de la población atendida es de nacionalidad española, y el 50% restante, inmigrantes. La situación laboral de las mujeres atendidas arroja un 50% de desempleadas, entre los 20 y 25 años. Adevida cuenta con las aportaciones de las cuotas de unos 300 socios, el trabajo de voluntarios, los ingresos de una cuestación callejera anual que se lleva a cabo un día de octubre en Oviedo y aportaciones económicas del Ayuntamiento de Oviedo y de la Caja Rural, así como ayudas en especie del Banco de Alimentos.
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