El consejero de Sanidad y los sindicatos
Desde mucho antes de la mal llamada «democracia» (cabría decir, en todo caso, de la restauración de la democracia), o sea, desde antes de 1975, sabía uno de la existencia en España de dos grandes sindicatos de clase: la UGT, de tendencia socialista, y la CNT, con ideología anarquista. Más o menos simultáneamente con la susodicha restauración aparecen otras muchas centrales sindicales: CC OO, USO, CSI...
Parece ser que debemos someter todo esto a una revisión a fondo. El inefable consejero de Sanidad del Principado de Asturias, don Faustino «el de la sostenibilidad», con su proverbial elocuencia, acaba de declarar que aprecia, en la postura del Colegio de Médicos de Asturias, una actitud «demasiado sindical» y que «yo (sic) preferiría un ámbito de debate exclusivamente profesional». ¿Qué tiene de particular esto?, preguntarán. Pues que tales manifestaciones las hace a la salida de una reunión de la Escuela de verano de UGT. O la UGT ha pasado a ser un equipo de baloncesto o el señor consejero alienta la idea de declarar fuera de la ley a todos los sindicatos (exceptuando a la UGT), así como la de prohibir a todos los colegios profesionales que defiendan los intereses de sus afiliados. Me inclino por la segunda opción; la otra rezuma tanta incoherencia como la de alguien que llamase a su hermano hijo de puta. Dejo a un lado que lo de «demasiado sindical» me parece un contradiós similar al de la mujer «un poco embarazada».
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