Aclaración al señor Gracia Noriega
Un añadido de rectificación al artículo del señor Gracia Noriega de fecha 7 de marzo sobre «Fenestra Universitaria».
Comencé los estudios de Derecho el curso 1948, en el caserón de San Francisco. Creo que en 1950, a instancias de Lolina Caso de los Cobos –delegada femenina del SEU– fui responsabilizado de las «Actividades culturales» del sindicato. Mis méritos para ocupar el cargo, sólo la amistad con Lolina y el conocimiento de ésta de mi pasión por la lectura y el teatro. De política, ni pum.
Un buen día de primavera, esperando para ensayar con el coro, en el aula del primer piso, justo encima de la puerta de la calle de San Francisco, nos encontrábamos asomados sobre el patio, comentando lo que ocurría debajo de nosotros, Carmen de Paz, Gerardo Turiel y yo. Entre bromas sobre lo «bonitos» que estaban los colegiales de San Gregorio y Valdés Salas con sus chaquetas, unas azules y beige las otras, que los hacían parecer a nuestros ojos como dos orquestas, nació «Fenestra Universitaria». Y se radiaba a través de Radio Oviedo Emisora de la Falange Asturiana, como es lógico.
En cuanto a teatro, casi todas las semanas se programaba alguna actividad en el Paraninfo, nuestro salón de actos, ya que jamás conseguimos que un teatro de Oviedo nos cediese su escenario; excepto un año, en Santo Tomás de Aquino, en que el Filarmónica nos permitió escenificar «Días sin huella» de O’Neill. Si las obras eran de pocos personajes, cuatro máximo, escenificábamos; pero, si eran más, hacíamos una lectura. Por cierto que no sé por qué ha dejado de hacerse esta modalidad de teatro, buena, bonita y barata. Que yo recuerde –y tengo muy mala memoria– desde «La mordaza» y «Escuadra hacia la muerte» de Sastre, Lorca, Casona, Buero Vallejo, Jardiel Poncela, hasta Pirandello, Fabri, Priestley, Miller, Molnar y un largo etcétera se leyeron o representaron en el Paraninfo, institutos y colegios mayores.
Hubo cafés literarios en Albabusto, recitales de poesía, conferencias de los mismos alumnos, cursos de radio y de periodismo impartidos por los geniales Eugenio de Rioja y Manolo Avello. En fin, en aquellos años, también se hizo lo que se pudo, y sin politización alguna.
Salí de la Universidad poniendo por toda Asturias una obra de Jardiel titulada «Una noche de primavera sin sueño». El grupo del «TEU» dejó un alegre recuerdo de los buenos haceres de los estudiantes.
Nada más, señor Gracia Noriega. Sólo el deseo de que usted aumente su fichero y lo amplíe. Un cordial saludo.
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