Gijón, ciudad moderna (sobre el carril bici del Muro)
Gijón es una ciudad ideal para desplazarse en bicicleta. Es llana, tiene un tráfico tranquilo y disfruta de un clima con pocos momentos lluviosos (aunque creamos lo contrario).
Las políticas municipales de uso de la bicicleta han sido titubeantes y un poco frustrantes. Una ciudad siempre tan avanzada en otros campos nunca se ha atrevido a seguir a capitales como Londres, Amsterdam o París.
La reforma del Muro, hace unos años, fue una oportunidad perdida. Los primeros carriles- bici se construyeron inconexos, uno en la avenida de la Constitución, otro en el Rinconín. En una segunda fase, los carriles-bici se pintaron sobre las aceras de los paseos marítimos, de Torcuato Fernández Miranda, o de la Avenida de Portugal.
Este enfrentamiento entre peatones y ciclistas es irresoluble en el Muro de San Lorenzo y dificultoso en otras zonas de la ciudad. El carril-bici provisional en la Avenida de Rufo Rendueles durante la Semana Europea de la Movilidad inaugura una nueva fase en la política de desplazamientos en bicicleta. Resulta muy agradable circular en bici por el muro sin preocuparse de no atropellar a nadie. Los niños ya pueden jugar tranquilos por el paseo. Por otra parte, tiene una anchura muy cómoda.
En Gijón hay grandes avenidas sin demasiado tráfico. Fuera de los ejes principales de entrada a la ciudad y de circulación entre el este y el oeste -como Pablo Iglesias y la Avenida de la Costa- es posible hurtar algunos carriles para las bicicletas sin reducir las escuetas aceras gijonesas.
En Rufo Rendueles, en Torcuato Fernández Miranda, en la Avenida de Castilla, en Balmes y Cienfuegos, en Marques de San Esteban y en la Avenida Juan Carlos I sobra uno de los carriles reservados para vehículos a motor. Pueden delimitarse amplios carriles-bici sin que se perjudique el tráfico de la ciudad ni se afecte al paseo de los peatones. Además, el estrechamiento de la vía para automóviles dificultará que estos alcancen grandes velocidades.
Por favor, que el carril-bici provisional de la Avenida Rufo Rendueles sea tan definitivo como la Estación (provisional) de Ferrocarril de Sanz Crespo. Gijón debe incorporarse a la modernidad europea.
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