A Juan Carlos Sevilla
Señor Sevilla:
Le adelanto que tampoco sabe usted nada de mi persona y por lo tanto ignora si yo sería capaz o no de abrumarle con datos y referencias. Pero no pretendo aburrir a los muchos lectores de este diario en con una escalada de egos. Aunque me extraña que alguien que se proclama tan leído lamentase que en Nüremberg no se hubiera condenado a muerte a un reconocido comunista cuando a quienes allí se juzgaba eran a otros, yo se lo recuerdo; a los aliados de Franco.
Solamente quiero que sepa que yo también me felicito de que la mayor parte de los protagonistas de aquellos episodios no estén ya en este mundo, particularmente aquellos que destaparon la caja de Pandora terrible de la guerra, desmantelaron una democracia y sumieron a España en la oscuridad y un atraso que todavía hoy nos lastra.
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