La Nueva España » Cartas de los lectores » Las pelotas de Pedro

Las pelotas de Pedro

5 de Mayo del 2009 - Ramón Alonso Nieda (Parres)

Está visto que los campesinos son los eternos descontentos. Se opusieron en su día a la llegada del ferrocarril, alegando que el estropicio de las locomotoras haría abortar a las vacas; se opusieron a la electrificación por aquello de que aquí siempre nos hemos arreglado con un candil y que dejaran la electricidad para cuando hubiera fútbol y televisión; para qué querían la carretera, que se comía los prados, cuando nadie soñaba en tener coche... Y ahora mismo, en un nuevo episodio de cerrilismo ante el progreso, ponen pies contra pared ante el Plan especial Palacio de Nevares.

Si yo fuera concejal, con esos antecedentes, a las alegaciones ni puto caso. Porque, vamos a ver ¿dónde se podría construir en Parres si, entre ríos y riegas, la casi totalidad de su superficie útil es declarada inundable y el resto, de especial protección? Pues, monte arriba, por ejemplo en Nevares y alrededor del palacio, como en los buenos tiempos, que ahora las promotoras anónimas son los nuevos señores feudales con derecho de pernada .

Si a las riadas de siempre se añade el factor sobrevenido del cambio climático, habrá que contar con que a la vuelta de un par de generaciones, la urbanización de Nevares será ya Arriondas de Arriba, habiendo quedado la de Abajo sumergida bajo las aguas; para entonces el campo de golf ya habrá sido sustituido por un puerto deportivo y las pelotas y los palos por el esquí acuático. Que nadie busque pues convolutos debajo de los colchones: el Plan especial de Nevares no es solo de utilidad pública, es una cuestión de supervivencia colectiva.

Resulta que las zonas inundables se prolongan además con una tupidísima red de yacimientos arqueológicos, de los que los paleontólogos llaman abrigos, sin que se sepa a ciencia cierta si corresponden a asentamientos permanentes o más bien estacionales. Nos encontraríamos en este caso ante un clarísimo precedente prehistórico de lo de Nevares; es decir, de la inveterada vocación de Parres por la residencia secundaria de alto standing.

En estos yacimientos se han encontrado latas de conserva completamente enroñecidas, tenedores con solo dos o tres dientes y hasta algún ejemplar de mechero de mecha que, como es sabido, corresponde al prototipo de mechero más antiguo y genuino. Todo ello mezclado con cáscaras de mejillón y fragmentos fósiles de muslo de pollo. Ante estos indicios solo caben dos hipótesis: o los primeros pobladores de estos asentamientos fueron los extinguidos Neandertal (que eran muy aficionados a la paella), o nos encontraríamos nada más y nada menos que en presencia de las primeras acampadas de la Fiesta de las Piraguas (a no ser que se trate simplemente de vertederos ilegales; para esa eventualidad ya tiene la Concejalía de Obras un plan alternativo de limpieza y acondicionamiento de los terrenos).

La psicosis de las inundaciones dicen que la desencadenó un comentario del siempre ocurrente Millán, a quien alguien habría oído decir algo así como que después de mí el Diluvio. En efecto, corren rumores de que Millán ya no será candidato para la próxima legislatura; un gesto que le honra y que constituye por sí solo una sana lección cívica de desapego al poder, ya que apenas lleva veinte años de alcalde y, con el voto subrogado de IU, tendría asegurada una holgada mayoría para muchos años más.

Holgada, nunca mejor dicho, pues IU, muy sensible a la cruel erosión que produce el ejercicio del poder, tiene a Millán muy aliviado de las tareas más gravosas. Al teniente de acalde, que conserva desde pequeño la costumbre de soñar en alto, se le oye repetir a menudo, entre cabezada y cabezada, que el alcalde reina pero no gobierna. Total, que si Millán no tuviera apego al poder, tendría por delante la tira de años para su afición favorita: el sudoku, una actividad emergente de mucho porvenir.

La oposición, en lo de Nevares, muy en su papel, consciente de que en las cuestiones de Estado hay que dejar de lado el electoralismo barato y populista y estar a las verdes y a las maduras. Eso sin contar que, como casi todo el mundo sabe, es francamente difícil hacer una tortilla sin romper huevos. Así que Medina, según cuentan, hasta le ofreció a la mayoría un alargador muy largo para que echaran a andar las hormigoneras de una vez (Yunques, sonad. Enmudeced, campanas)

Pero la verdadera patata caliente está en manos de IU. O dicho con más propiedad, por no se sabe qué extraña peripecia, la pelota del pelotazo de Nevares terminó cayendo en el rojo tejado de los concejales de IU. Durante la anterior legislatura y la pasada campaña electoral, IU había hecho de la oposición al Plan de Nevares su caballo de batalla, hasta el punto de que, al formar coalición de gobierno con el PSOE, se quedó con la concejalía de urbanismo como quien toma el Palacio de Invierno para izar desde allí el banderín del no pasarán. Pues hete aquí que en mitad del río se cambian de montura, convirtiéndose en los más ofensivos defensores del Plan especial.

Para acabar de rizar el rizo, la concejalía de urbanismo la ostenta un señor de Pedro, a quien no tengo el gusto de conocer más que por los escritos-manifiesto que publica en la prensa, en los que se manifiesta comunista puro y duro (comunista como los de antes, ya que no de toda la vida). Al parecer, para de Pedro, el Muro de Berlín tendría que haber sido declarado Patrimonio de la Humanidad, como la Muralla de China. ¿Que el Muro de Berlín se vino abajo? Pues por cemento que no quede. Levantemos un muro de la vergüenza en las verdes praderas de Nevares.

Así entienden la Reforma Agraria estos nuevos comunistas de IU: con la mano derecha expropian sin indemnización a los pequeños propietarios agrarios parragueses, mientras con la izquierda patrocinan el pelotazo especulativo de una sociedad anónima foránea. O viceversa.

Ahora se entenderá la inocente coherencia del título de esta colaboración. Todo es aquí cuestión de pelotas: el golf es un juego de pelota; lo de Nevares es el clásico pelotazo urbanístico-especulativo (ni los de IU pretenden que la empresa Propiedad Palacio de Nevares, S.L. sea una especie de ONG para la protección del medio ambiente); la corporación de Parres se pronuncia por unanimidad y por pelotas; los pequeños propietarios, maniatados por un implacable elenco de ordenanzas, se quedan en pelotas. Y todas las pelotas van al cesto de de Pedro que, como concejal de urbanismo, es el recoge-pelotas de este campeonato del dislate.

Pues iba un servidor para el Ayuntamiento con la intención de presentar una confusa alegación cuando ¡Zas! Me dije:

-No, lo que vas a presentar es la petición de que en el escudo de Parres se incluya un cuartel con dos pelotas sobre campo verde de especial protección.

La funcionaria me atendió con mucha profesionalidad:

-Bueeno Vale. Pero verás te cuento. Esto, más que una alegación sería otro procedimiento y de momento no tenemos formulario. Pero si quieres, nos lo pones por escrito y lo registramos.

Registrado queda. Parres de Pedro y compañía, con un par.

Cartas

Número de cartas: 46522

Número de cartas en Noviembre: 254

Tribunas

Número de tribunas: 2103

Número de tribunas en Noviembre: 11

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador