Despedida al doctor Martínez-Sierra, psiquiatra
Después de un tiempo de enfermedad severa, ha fallecido en silencio, con tranquilidad y de una manera serena, como vivió durante tantos años, el doctor don Gabriel Rodríguez Martínez-Sierra, del que se pueden decir muchas cosas positivas, porque ha sido un hombre bueno, pacífico y pacificador, amistoso, inteligente y muy, muy discreto, entregado a su mujer, a su familia y a los que le rodeaban. Tuvo una vida profesional rica en experiencia, marcó en su trayectoria un camino de logros en el tratamiento de los enfermos psíquicos y fue un punto de referencia para los profesionales de la salud mental por su enseñanza, compañerismo, profesionalidad y realizaciones.
Trabajó con entusiasmo, iniciativa y tino en la modernización y mejora del antiguo Hospital Psiquiátrico, que en la década de los sesenta –siendo presidente de la Diputación asturiana el conocido político López Muñiz– fue objeto de un cambio radical y sustancial, pionero en la asistencia comunitaria y sectorial de los enfermos psíquicos. Y punto de referencia para el posterior desarrollo moderno de la asistencia psiquiátrica en todo el país.
Subtítulo: Maestro que modernizó el antiguo Psiquiátrico
Fue un hombre estudioso y profundo conocedor de la dinámica psicopatológica, ejerció siempre magisterio con las promociones de profesionales que les seguimos, a través de clases en la Facultad de Medicina, sesiones clínicas, jornadas, seminarios, congresos y supervisión de los casos clínicos. Naturalmente, en su vida hubo otros muchos detalles, publicaciones, estudios, trabajos en otras áreas del quehacer médico, anécdotas y facetas de su rica personalidad. Por eso somos muchas las personas del ámbito de la psiquiatría –enfermos, familiares, médicos, enfermeros, terapeutas, trabajadores sociales, administrativos, etcétera– que nos sentimos agradecidas a él por su trato, su enseñanza, su ejemplo y su compañerismo. Y ahora le damos una agradecida y afectuosa despedida de este mundo, con la esperanza de volver a estar cerca de él en el otro.
Ángel García Prieto, psiquiatra, Oviedo
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