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A sentencia ejemplar: ¿castigo ejemplar?

7 de Mayo del 2009 - Agustín López-Rivas (Arriondas)

Ya es conocida oficialmente la sentencia del Jurado de lo Social N.1 en el Tribunal de Justicia de Oviedo dictada por Dª María del Pilar Muiña Valledor, Magistrado-Juez de dicho Juzgado, cuyo fallo: “declara nula la sanción por falta muy grave impuesta (por La Fundación del Hospital del Oriente de Asturias Francisco Grande Covián) el 26/04/09 de suspensión y sueldo de treinta días” (pg. 17) a Dª María Colunga, Presidenta del Comité de Empresa.

Por si fuera poco, la sentencia, meridianamente clara y tajante: “contra la presente sentencia no cabe recurso alguno” (pg. 17), deja entrever “la caza de brujas” a la que ha sido sometida la Presidenta del Comité, reconociendo en sus autos que se han violado los derechos fundamentales de la Dra. Colunga reprimiendo el uso de su libertad sindical y el derecho de expresión (pg.15). En una sociedad que se dice democrática, semejante abuso de poder es de por sí un escándalo, pero que ocurra en un hospital, donde tanto la Gerente como su abogado lo pagan dinero público, es una vergüenza para el Centro y para los ciudadanos del Oriente. ¿No se supone que el dinero de nuestros impuestos tiene que usarse para el bien común y no para perseguir a los trabajadores?

Antes de la sentencia, el Presidente del Patronato aseguró ante la prensa que acatarían la decisión judicial y se ratificaba en que se trataba de un asunto laboral. Pues bien, la sentencia ha llegado y ha dejado claro que se trataba de una represalia sindical por el infatigable trabajo de información y a favor de la información desarrollado por el Comité de Empresa y por la Dra. Colunga como portavoz electo de este organismo democrático. La mínima coherencia exige que los patronos, todos ellos cargos públicos (Directores Generales de las Consejerías o políticos locales, como los tenientes de alcalde de los concejos de Amieva y Onís) asuman las medidas de reparación que se imponen al ser los responsables últimos de la Fundación donde se ha cometido tan lamentable atentado a los derechos civiles. Por lo tanto, el Equipo Directivo, que encabeza la Dra. Menéndez, no puede permanecer, ni un minuto más, al frente de nuestro hospital sin que el Patronato y la Consejería de Sanidad se delaten como auténticos “cerebros” de este atentado contra los derechos fundamentales recogidos en nuestra Constitución. Escándalo que no es ni más ni menos que la gota que colma el vaso en el historial de este Equipo Directivo: gastos superfluos en un hospital escasamente financiado, aumento de la conflictividad en el Centro, despidos de trabajadores, ridículas estadísticas configuradas para la prensa, denuncias de facultativos a los que se impide trabajar según criterios asistenciales en pro de criterios economicistas o de maquillaje…

Naturalmente, esta vergüenza para la democracia y para el Oriente no hubiera ocurrido si nuestro hospital fuera público, es decir, integrado totalmente en el SESPA: la Dirección del Centro ha aprovechado la condición de “Fundación” del Centro para sancionar a la Dra. Colunga mediante el derecho laboral privado, usando su poder de forma despótica. Insistimos que la acción es éticamente aún más reprobable al tratarse de un hospital que, aunque todavía sujeto a derecho privado (¡!) se financia exclusivamente con el dinero de nuestros impuestos.

Vaya nuestra enhorabuena a Lola Colunga, y nuestro agradecimiento al Comité de Empresa, por su apreciada y generosa labor para con los pacientes y por su incesante lucha para que todos tengamos un Hospital digno, el que nos merecemos. Estamos a un paso de la integración. Contamos con todos los partidos políticos para que, muy pronto, tanto los trabajadores del Grande Covián, como los usuarios, tengamos las mismas prestaciones, los mismos deberes y derechos que los demás ciudadanos del Principado. Ya va siendo hora de que se haga justicia a favor del hospital del Oriente y que se ponga un término, de una vez por todas, a los conflictos laborales, a las numerosas carencias que todavía sufrimos y a la discriminación que tan injustamente venimos soportando los usuarios del Oriente desde hace más de diez años.

Agustín López-Rivas es Portavoz de la Plataforma de Usuarios del Hospital de Arriondas

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