La Nueva España » Cartas de los lectores » ¿Cómo hay que tratar a Dios, de «usted» o de «tú»?

¿Cómo hay que tratar a Dios, de «usted» o de «tú»?

4 de Enero del 2013 - José Ramón Rodríguez Fernández (Oviedo)

Antes de responder a esta importante pregunta conviene recordar que a lo largo de la historia han ido apareciendo muchos y muy diversos dioses y que cada vez aparecen más. En consecuencia y dependiendo de lo que nos han ido contando y de cómo se hayan comportado, nosotros ahora podremos darles el trato que mejor les corresponda.

Quiero referirme en primer lugar al dios de Israel, también llamado dios judío. Para mí es el más veterano y el más importante de todos. La creación entera es obra de sus manos. El pueblo judío siempre le ha tratado de «usted». Si yo perteneciese a ese pueblo le daría el mismo trato.

Otro dios muy importante, y que tiene muchos seguidores, es el dios islámico. Este dios nos ha contado variedad de cosas, unas no las entiendo y otras no las puedo compartir. Creo sinceramente que poco o nada está aportando a nuestra sociedad. Aunque le respeto tanto a él como a sus creyentes, prefiero en este momento no tener que brindarle trato alguno.

El dios hindú es un ser complejo, impersonal y vago que vive en su mundo. Sé que lleva muchos años en el poder y que muchos son también sus afiliados. Si este dios intentase algún día acercarse a mí, decidiría entonces cómo tratarlo.

Por la información que tengo, el budismo es una religión atea, es decir, sin dios. Entonces sería ridículo por mi parte concederle trato alguno a alguien que ni siquiera ha llegado a existir.

En este mundo hay infinidad de otros pequeños dioses que tienen escasos votantes. Como espero que jamás van a gobernar, no es ahora el momento de plantearse el trato que un día se les podría dar.

Ahora me pregunto, ¿y cómo hay que tratar al dios cristiano? Mis abuelos y mis padres siempre me han hablado mucho y muy bien de él. Gracias a ellos ya le conozco desde que tengo uso de razón. En aquella época era casi obligatorio tratar a todo el mundo de «usted». A Dios no se le podía dar un trato diferente, sobre todo teniendo en cuenta que era todopoderoso y eterno, juez de vivos y muertos y que incluso podía castigarnos con las penas del infierno. Este concepto partidista de Dios ha hecho que nuestra relación con él, más que cercana y familiar, esté siendo distante y de carácter mercantil o comercial. Pasado un tiempo y con la ayuda del Espíritu Santo (hoy prácticamente en paro, pues pocos le ofrecen trabajo) pude descubrir al que considero verdadero Dios cristiano, que no es sólo el todopoderoso o el creador de cuanto existe. Él afirma que es nuestro auténtico padre. Presume de no ser un padre cualquiera. Ya Isaías nos había dicho que aunque una mujer pudiera olvidarse del hijo que un día albergó en su vientre, Él jamás se olvidaría de nosotros. Es un padre siempre pendiente de sus hijos. Sabe el número preciso de los cabellos que cubren nuestra cabeza y ninguno se desprende de ella sin su consentimiento. Cuando Jesús subió a los cielos no lo hizo solamente para sentarse a la derecha de su padre, sino para prepararnos un lugar adecuado que padre e hijos pudiéramos un día compartir. A este dios es al que desde hace años vengo tratando de «tú», con cariño y agradecimiento.

Es verdad que alguien me ha recordado que un día Dios vendrá a hacer justicia, pero también es cierto, como bien dijo Santo Tomás de Aquino, que esa justicia si no viene acompañada de misericordia sería una crueldad. Como creo que Dios es misericordioso, «lento a la ira y rico en piedad» no tengo inconveniente alguno en seguir tratándolo de «tú». ¡Muchos creyentes se están hoy alejando de Dios al no saber cómo tratarlo!

Cartas

Número de cartas: 48958

Número de cartas en Diciembre: 81

Tribunas

Número de tribunas: 2174

Número de tribunas en Diciembre: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador