Malos tiempos para la lírica
Malos tiempos para la lírica. Bombardeados de malas noticias y envueltos en el pesimismo más rastrero y asqueroso; nos han metido el miedo y, lo peor de todo, el conformismo más dañino y destructivo. Volvimos a perder la guerra, pero esta vez antes de empezarla. ¿Por qué hemos llegado hasta este punto?...
Desde los inicios de los tiempos ha sido difícil ser músico. Hoy, más aún. Lo que ocurre es que hoy está complicado ser albañil, arquitecto, pequeño empresario, etcétera. No es fácil querer hacer algo diferente, hay tantas trabas, tantos obstáculos... Es más sencillo ser todos borreguitas aborregadas con fútbol, miedo y telecinco.
Es difícil tener un negocio, en este caso un bar. Dar algo diferente, y en este caso, música en directo. Y aún más complicado cuando todo son trabas y obstáculos.
Me remito a los hechos: domingo 25 de noviembre , 14.00h, un bar, un grupo de jazz actuando, anunciado dentro del programa del Festival de Jazz de Gijón. Llega la Policía a pedir el permiso de música en directo por una denuncia de no se sabe quién (competencia envidiosa, vecino poco amante del jazz, nun sé). Y yo digo: si se molesta, vale, se mide y se sanciona; pero un grupo de música suavecita, de 2 a 4 de la tarde de un domingo, no creo que sobrepase los límites del volumen establecido. ¿Cuál es el problema? Una ley que nadie comprende; una ley que no permite que en los bares, cafés o chigres pueda haber espectáculos culturales.
Ya sé que a los músicos se nos ve como vagos o maleantes; y los bares, lugares de gente de mal vivir. Pero pienso: ¿tanto os molestan el arte y la cultura? Antes vivíamos en tiempos en los que había dinero público para espectáculos culturales, pero ahora ya no lo hay. Dejad, por favor, que la gente dé cabida a ello con su propio dinero, y sus iniciativas. No lo hagáis más difícil aún.
Malos tiempos para la lírica, pero hace tiempo que estoy empezando a cambiar la lírica por la mala hostia.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

