La viga travesá de Aller
Recientemente me han notificado la disolución de la mítica Banda de Gaitas, «La Viga Travesá». Comoquiera que conozco las vicisitudes y múltiples detalles ejemplares de la vida de este grupo folclórico, al menos de sus últimos años de vida, su decisión ha producido en mí una mezcla de sorpresa, incredulidad y pesar, sentimientos que, presumo, sentirán otras personas con las que me unen lazos de amistad, compañerismo y admiración hacia este grupo etnográfico allerano.
Entiendo que no es lugar ni momento para arremeter contra quienes han estado dedicados a destruir y a desprestigiar lo poco o mucho que hayamos podido hacer en pro de la cultura en el concejo de Aller, y a denostar todo lo conseguido en este orden; empero sí deseamos que reconsideren su postura, por el bien de todos.
Hace ahora unos seis años, el Área de Cultura del Ayuntamiento de Aller colaboró con la Sociedad Humanitarios de San Martín de Moreda en el intento de recuperar la mítica banda de gaitas allerana, que ya había disminuido notablemente sus actividades. Se celebraron muchas reuniones y fueron vencidas no pocas dificultades, con lo que se consiguió «arrancar» de nuevo.
Por aquel entonces se imponía, además de la recuperación de las personas que componían la antigua banda, integrar a gente nueva, para darle a aquella una nueva y definitiva forma y renovados contenidos. Eran precisos, además elementos que se hicieran responsables de todas las gestiones y tareas de organización. Es decir, que «tirasen del carro pa too».
A menudo nos negamos a citar conjuntos de personas por el lógico temor a dejarnos alguna de ellas en el tintero y cometer así una omisión que sería a todas luces injusta; así, en esta ocasión, también desistimos de esa idea, pero, no obstante lo dicho, he de citar a dos personas que han destacado: Eguix Huerta, que asumió la coordinación y responsabilidades inherentes al hecho de que la banda se pudiera recuperar. Afortunadamente lo logró. La segunda persona que citaré –reitero que sin menosprecio de ninguno de los involucrados–, será a Borja, director artístico y musical, que trabajó admirablemente como aglutinador de componentes.
Estas personas han dedicado muchos esfuerzos y bastantes recursos económicos, trabajo y tiempo, al grupo de gaitas. Por el contrario, y como decía al principio, durante los últimos meses de vida del grupo de gaitas «La Viga Travesá» también hubo gentes que dedicaron su tiempo y ganas a ella, pero –lo digo claramente– a destruir y desprestigiar el trabajo y esfuerzo de otros; de todos los componentes de la banda. Desgraciadamente sus mentiras e intrigas han producido una grieta que, poco a poco, ha crecido y minado el trabajo de los próceres, hasta llegar a sumirlos en el cansancio y la consiguiente imposibilidad para luchar. «Hasta aquí hemos llegado», han dicho.
Como decía Cervantes en el «Quijote», en la voz de Sancho, «... el diablo, que no duerme y que todo lo añasca, hizo de manera...». Alguna persona con voz y categoría de diablo se metió a enredar el trabajo de otros.
La dignísima junta directiva de «La Viga Travesá» no quiso entrar en polémicas y ha acordado disolver la banda de gaitas cediendo su patrimonio y sus reservas económicas a la Sociedad Humanitarios de San Martín.
Ya sumido en el vacío y hueco que deja esta disolución, quiero levantar mi voz para agradecer a los componentes de la Banda «La Viga Travesá», y en especial a las dos personas que he mencionado, todo cuanto han hecho en favor y pro de la cultura musical del concejo de Aller.
Gracias, amigos.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

