Zona azul en Siero
El señor alcalde de Siero, su concejal de Seguridad Ciudadana y el conjunto de ediles que componen el equipo de gobierno municipal vienen declarando que la implantación de la zona azul en alguna de las localidades del concejo no se hace con afán recaudatorio, tan sólo se concibe con la finalidad de cubrir el servicio.
Si esta limitación del suelo municipal se hace por el bien público, que es el único que debe presidir las decisiones de todos cuantos se dedican a la política, en esta determinación no se atisba el menor beneficio para los ciudadanos.
Estos señores se están esforzando en convencernos de que sería beneficioso para el comercio, de forma similar a como se nos pretende persuadir de que la privatización de los servicios públicos se realiza en atención a la ciudadanía.
Por la información recabada en los medios de comunicación de declaraciones de los adalides de la imposición (no se han tenido en cuenta los miles de firmas en contra de la medida), la gestión de la zona azul en Siero se va a conceder a una empresa privada que no va a entregar un solo euro al municipio, encargándose de cuantas actuaciones conlleve su puesta en servicio.
Una empresa privada que no va a cobrar al municipio, pero que tampoco va a entregar un solo euro, va a ser la encargada de que todos los ciudadanos nos beneficiemos de una medida decidida por un conjunto de ediles variopintos, que no representan, ni de lejos, a la mayoría de los vecinos del concejo. Una empresa privada, que movida por la «fiebre altruista neoliberal», sólo va a cubrir gastos y, además, va a crear «entre ocho y diez puestos de trabajo, alguno para minusválidos».
Si ustedes buscan el beneficio de los ciudadanos, entre los que se encuentran, como uno más, los comerciantes, y quieren establecer alguna forma de restricción en los centros de los núcleos urbanos para evitar que haya automóviles que pasen el día estacionados en el mismo sitio, pueden poner unas máquinas (con dos bastaría) en las que, de forma similar a las de las zonas azules, se emitiera un tique con el número de matrícula del vehículo estacionado, con limitación máxima de dos horas de estacionamiento, y en la que un sencillo programa informático impidiera la emisión de un nuevo tique con el mismo número de matrícula. Los tiques serían gratuitos y la propia Policía Local podría encargarse de supervisar de vez en cuando el cumplimiento (siendo inflexibles), multando al titular del vehículo que incumpla. De esta forma se garantizaría el flujo en los aparcamientos del centro y no se penalizaría a los ciudadanos, tan sólo a los incumplidores.
Sí que es cierto que el municipio tendría que sufragar el coste de las máquinas y que no se crearían esos puestos de trabajo, pero a cambio los ciudadanos no se verían castigados y no podrían albergar sospechas de que detrás de la decisión hay «gato encerrado».
Porque, por mucho que ustedes se empeñen, nadie se cree que una empresa privada haya puesto sus ojos en Siero para prestar un servicio desinteresado a sus vecinos. Detrás de la imposición hay un negocio principal y otros transversales, como el de la grúa, que habrá que estar atentos en quién recaen y en qué condiciones se otorgan, así como quiénes son los beneficiados de los puestos de trabajo que se vayan a crear. Las últimas noticias no ayudan a ser «bien pensados».
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo