Gracias al concejo de El Franco
Ante la imposibilidad de no haberlo podido hacer físicamente con muchos de vosotros, aprovecho estas líneas para despedirme y agradeceros a todos vosotros, como habitantes de El Franco, la acogida, la convivencia y las muestras de cariño durante estos casi 22 años que hemos pasado juntos.
No me llegarían todas las páginas de este periódico para nombraros y comentar algo de cada uno de vosotros, pero todos estáis en mi corazón y por eso os doy las gracias.
Han sido años cargados de vivencias, de buenos y de difíciles momentos, plagados de cambios, de anécdotas pero, sobre todo, que me han hecho crecer personal y profesionalmente, y vosotros habéis estado ahí en primera persona.
He ido madurando a vuestro lado, he seguido a niños recién nacidos que ahora algunos ya son padres, he estado junto a adultos que ahora ya no son tan jóvenes, como yo misma, y he vivido con gente mayor y que muchos, lamentablemente, ya no están, pero que recuerdo con mucho cariño y, sobre todo, con un gran respeto.
Agradezco también a Protección Civil, a todos los gobiernos y empleados municipales que se han ido sucediendo a lo largo de todos estos años, históricos algunos, que todavía siguen en el mismo sitio, que siempre me han ayudado o al menos lo han intentado cuando lo he necesitado.
Doy las gracias también a todos mis compañeros de trabajo en La Caridad, administrativos, médicos, ATS, limpiadoras, conductores de ambulancia, por estar conmigo. ¡Bienvenidos compañeros!, porque me hacen mirar atrás y valorar más todos los cambios; recuerdo cuando se trabajaba en precariedad, con pocos medios, sin personal, sin hospital comarcal; cuando había que inevitablemente enviar a alguien a Oviedo y la misma distancia de hoy se hacía enorme. Compañeros que han pasado, unas veces, tan sólo unos días; otros, largas temporadas, pero todos han estado y ojalá recuerden con cariño su paso entre vosotros.
Gracias a todas las personas del concejo de Tapia, donde durante todos estos años he realizado las guardias; en un principio solo éramos dos ATS e intentábamos hacer, dadas las circunstancias, lo mejor posible nuestra labor. Por supuesto, gracias también a todos mis compañeros del consultorio de Tapia, los que están y los que ya no están, con los que he compartido, también, mis mejores y mis peores momentos.
Disculpadme si me olvido de alguien e intentad perdonarme si os he defraudado, pero soy humana y, como tal, tengo muchos defectos.
Me gustaría deciros: ¡Gracias y hasta siempre!, porque sigo cerca y a muchos de vosotros espero veros con frecuencia y, desde luego, no tengo pensado olvidaros.
Ana Olga Méndez Pérez, Olga la Practicanta, ATS de El Franco (C. S. Tapia-La Caridad)
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