En qué manos está Noreña

Este es un titular de los cuatro o cinco que se podrían poner para reflejar lo que está pasando en Noreña.

Otros podrían ser: «El desgobierno se apodera de Noreña», «El Alcalde sigue mareando la perdiz», «Movilla es el gran obstáculo de Adepas», todos ellos reflejarían la forma de manejar el conflicto de Adepas por el Alcalde, que se ha convertido en el mayor obstáculo para llegar a un acuerdo.

Es increíble para la gente que no haya asistido a los tres últimos plenos del Ayuntamiento de Noreña imaginarse la catadura moral del «personaje», así se explica la demora en solucionar el problema del centro de discapacitados en Noreña, pues el Alcalde se esfuerza en disfrazar la realidad y obstaculizar cualquier tentativa encaminada a terminar con el tema.

Los concejales de la oposición, después de las reuniones del PP y de Foro Asturias con Adepas, en las que conocieron de viva voz la verdad de la situación, manifestaron su apoyo público y forzaron la elaboración de un nuevo documento en el que Adepas ya no tenía que ceder sus instalaciones y sería quien siguiera gestionando el centro, unido esto al apoyo de IU y de UPyD y a la presión de los medios de comunicación, hacen que la Consejera dé marcha atrás, dando el visto bueno a la nueva propuesta, remitiéndola al Ayuntamiento para su aprobación. Pues, bien, no se sabe si siguiendo órdenes de la Consejería o por su propia iniciativa, el señor Movilla decide torpedear el acuerdo retrasando una y otra vez la solución; a pesar de la petición de la oposición, el día 4 de enero, de convocar un Pleno extraordinario para tratar el tema en quince días, se niega, y en el Pleno ordinario del día 31 de enero tampoco lo incluye en el orden del día. En la última pregunta de ese Pleno se lo vuelven a plantear y, como ya ha agotado todos los plazos legales, no le queda otra alternativa que fijar la fecha del Pleno extraordinario para el día 6 de febrero, pero, asómbrense ustedes, no para debatir la nueva propuesta elaborada, sino para debatir la de hace tres semanas, que ya fue rechazada por la oposición en su momento: ¿cabe mayor desvergüenza?

Una de dos, o es una marioneta de la Consejera para desviar la atención o es un torpe incapaz de dar su brazo a torcer, no se sabe con qué objetivo, granjeándose, así, la antipatía de todo el mundo.

Cuando él, como alcalde de Noreña, tenía que haber sido el primero en enarbolar la bandera de Adepas y defenderla contra viento y marea, va y se convierte en su mayor enemigo.

Pero después de presenciar durante tres horas el Pleno del día 31 de enero, no me extraña, porque en ese Pleno he sentido vergüenza ajena escuchando sus contestaciones, ¿cómo una villa tan importante como Noreña puede tener un alcalde como este?, ¿cómo puede despreciar a la oposición de la forma que lo hizo?, diciéndoles que «al Pleno tenían que venir con los deberes hechos», y él sí venía con ellos «muy bien hechos», pues traía documentación de una propuesta que no se sabía que se iba a presentar ni en qué consistía, porque no figuraba en el orden del día. Señor Movilla, ¿usted se cree que la gente se chupa el dedo y usted es el más listo de la clase?, yo no, no sabía nada del tema de las plazas de aparcamientos, pero viendo las intervenciones de los distintos grupos de la oposición y escuchando sus respuestas, no me fue difícil saber que el que mentía era usted, y ya lo de ruegos y preguntas fue un apartado de ciencia ficción, pues cada vez que le hacían una pregunta concreta, que ya se la habían hecho en dos o tres plenos anteriores, y le pedían que concretara una fecha, siempre respondía de la misma manera: «A la mayor brevedad posible», cosa que exasperaba a la oposición y que se convirtió en la frase de la tarde.

En este apartado, a mí me habría gustado hacerle varias preguntas, pero, después de ver su contestación a aquella pobre señora que después de estar escuchando tantas incongruencias pidió hablar y usted la cortó de forma dictatorial, tajante y contundente, se me quitaron la ganas y me fui, porque yo no me hubiera ido avergonzado como ella, yo le habría dicho cuatro cosas.

Una de las preguntas que se me ocurrió hacerle era si usted había jugado de portero, porque despejaba todos los balones que le enviaban desde los escaños de la oposición, por envenados que fueran. Y otra más importante, ¿cómo es capaz de no mover un músculo ni descomponer la figura cuando delante de toda la Corporación municipal con el salón lleno de público le demuestran con pruebas que ha mentido?

Lo único que se me ocurre pensar es que usted es una persona a la que no le importa lo que piensen los demás, ni el daño que con sus actuaciones pueda ocasionar. Pues, mire, a mí sí que me importa el daño que usted está causando a mi hija y a sus compañeros, y voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que Noreña se dé cuenta de la clase de alcalde que tiene, y de una vez por todas le manden a usted «a esparragar a su tierra natal», que no es Noreña, por eso no siente como suyo el problema de Adepas, no tiene ni idea del daño que está causando con tanto alargar la solución, amparándose en tecnicismos y cuestiones jurídicas. El Pleno del día 6 no sirvió, como me temía, nada más que para aumentar el grado de indignación y la impotencia de los padres afectados y para comprobar su «vasallaje» hacia la consejera, y su insensibilidad hacia los discapacitados.

A los grupos de la oposición quiero darles las gracias por el apoyo que nos brindan (a los trabajadores del centro de Noreña, a los padres y a las personas con discapacidad) y, por favor, ya que os desafió en el Pleno, poneos de acuerdo y presentar una moción de censura para poner fuera de la circulación al señor Movilla, pues no se merece ser alcalde de Noreña, además parece que lo que pretende es acceder a una consejería por méritos en campaña, aunque sea de botones.

Y un último consejo, señor Movilla, no siga haciendo el ridículo y riéndose de los demás y váyase antes de que le echen.