El romance de las cabras
Autor, don Jaime Campmany, que me dedicó dos libros de sus romances en Oviedo, 1995 y 97, hoy ya fallecido. Son 120 romances de gran valor.
En este país de cabras
que tienen ubres enormes
y a las ubres aplicados
varios miles de mamones,
mamoncillos, mamoncetes,
tragoncetes y tragones.
Cabras los ayuntamientos,
cabras las diputaciones,
cabras las comunidades
y otras organizaciones.
Los ministerios son cabras
que dan leche a borbotones;
la cabra del presupuesto
derrama muchos favores,
y el Estado es una cabra
pródiga de subvenciones (etcétera)
Ciertos acontecimientos producen diversos efectos y aplicaciones. En 1996 ganó las elecciones generales el PP sin mayoría absoluta. En octubre de dicho año, pronunció una charla en Piedras Blancas el ex ministro de Interior y Justicia con Felipe González don Juan Alberto Belloch. Abierto el turno para el público, hice tres preguntas, de las que sólo cito ésta: «He anotado unas palabras que usted ha pronunciado y que me parecen graves, por lo que le pido permiso para leérselas». «Léamelas usted», me dijo. «Para la corrupción que ha habido hemos sido poco castigados». Dicho señor dijo que eso había dicho, agregando que nada tenía que rectificar. A continuación le dije que pensaba enviarlo a la prensa, a lo que contestó: «Eso es cosa de usted». Y así lo hice.
Así que habían perdido el poder y habían sido poco castigados... Termino. La situación actual en España es de auténtico escándalo y vergüenza. Según tantas y tan variadas informaciones, la corrupción está vigente en España. Pienso, para mi interior, que la corrupción parece profesionalizada. En el fondo, tan grave o más que el terrible paro. Don Juan Alberto Belloch es hoy alcalde de Zaragoza, en segunda legislatura. Asistían a la citada charla el entonces alcalde de Castrillón, don Álvaro Cuesta Arias; un concejal socialista del Ayuntamiento de Oviedo y mucho público.
José M.ª Huerta González, Oviedo
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