Civilización del mundo
Hace no mucho tiempo estuve viendo la película «Territorio prohibido» que trata de la situación de los emigrantes en Estados Unidos de hasta no hace mucho y la visión que se tenía de ellos. Ahora con la reciente legalización, por parte de su actual presidente Obama, de los que habitaban de forma ilegal y sin papeles en regla. Parece con ello la humanidad avanzar en algún sentido, ya que, por un lado, ahora puede y gobierna este país alguien que no es blanco y el mundo en Estados Unidos no cierra su paso a los que provienen de otro país. Parecen dejarse atrás, así, discriminaciones por el hecho de que uno tenga unas características físicas determinadas y se tenga más en cuenta al prójimo por lo que en realidad es, que no deja de ser otro ser humano con las mismas o semejantes necesidades que uno. Con lo que el mundo parece ser en parte un poco más de todos y las fronteras menos fronteras. Con lo que las «estrechas miras» del mundo en algunos lugares parecen abrirse y desarrollarse un sentimiento de empatía, de comprensión y de un buen entendimiento del mundo y de la vida. Y en los últimos años este éxodo se está produciendo por parte de los jóvenes de nuestro país ante la necesidad de salir de donde proceden hacia otros lugares en busca de un posible futuro a sus vidas. Y si esto no pudiera ser, ya con lo triste que supone emprender ese viaje para muchos, se estaría abocado a mayores penurias de las que ya cabe suponer por ser «extranjeros» en el país de acogida. Pues el concebir adecuadamente el mundo nos liberaría de racismos, xenofobias y prejuicios que impiden la vida y la integridad de quien resulta diferente. Y habría que pensar que entre otras cosas la división del mundo es un invento del hombre y que, al fin y al cabo, las personas, independientemente de dónde proceden, sus gustos o creencias, el color de su tez o su lengua, que no son o no deberían ser motivos por los que excluir a nadie ni tratar con mayores o menores privilegios, ya que, al fin y al cabo, todos somos tan humanos como otros, de lo que no tuviera que dudar nadie y que bastante testimonio dejó o debería haber dejado ya, lo que supuso tal atrocidad y barbarie como la acontecida en la Segunda Guerra Mundial, encabezada por Adolf Hitler, y lo que esto supuso, que hoy en día es considerado de «lesa humanidad» (agravio o injuria a la humanidad). Y creo que deberíamos proponernos el ser realmente humanos. Con lo que se engrandecería el sentido de la vida y se impedirían diferencias innecesarias e injustas entre unos y otros. Pudiendo entenderse así de progreso, evolución y desarrollo. Y se pretendiera extender la paz y se atacase lo que pusiese en peligro la misma. Tal vez pudieran ser estos unos pasos acertados hacia una futura o futurible civilización del mundo.
David Piquero Soto, Langreo
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