La poca profesionalidad de algunos médicos
Soy hija de una mujer de avanzada edad, con un grave deterioro cognitivo que le provoca una severa incapacidad tanto mental como física y, además, su situación empeora de semana en semana. Y, como si estuviéramos en un país africano, aún no he conseguido que sea evaluada por ningún médico. Quizá la culpa sea mía, ya que me empeño en que sea atendida en la Seguridad Social y esto parece imposible. Los hechos son los siguientes.
En septiembre de 2012 acudo con mi madre a su médico de cabecera en el centro de salud Puerta de la Villa de Gijón, el cual nos envía al neurólogo. Solicito la correspondiente cita y llegado el día nos atiende un neuropsiquiatra; la expresión «nos atiende» no refleja la realidad: entramos en su consulta y una vez escuchada mi breve explicación y tras dirigirle una sola pregunta a mi madre, nos manda hacer un escáner. Después de hacerlo, solicitamos una nueva cita, y a finales de noviembre volvemos al mismo doctor a conocer el resultado y el diagnóstico; él, una vez más, con la misma frialdad e indiferencia, nos despacha diciendo que no llegó el resultado, todo esto de mala gana y sin apenas mirarnos. Yo le ruego que haga algo, ya que mi madre está muy mal, le cuesta trabajo caminar, no es fácil convencerla para que salga de casa, y yo vivo fuera de Gijón y debo pedir permiso en el trabajo, pero la única respuesta que obtengo de este doctor es que no es cosa suya.
Acudo a la oficina de atención al paciente del Hospital de Cabueñes y contradicen la afirmación del doctor, ya que el resultado sí se había enviado. Entonces, para evitar que sigan mareándome, pido que me den una copia del resultado en un CD.
Vuelvo a pedir cita, y estamos ya a mediados de enero de 2013. Cuando por fin llega el día, acudo con mi madre, cada día más deteriorada, a la misma consulta; entramos y, tras unos momentos ignorándonos totalmente, mientras ordenaba unos papeles, nos pregunta con la amabilidad acostumbrada que a qué veníamos; le entrego el CD, lo introduce en el ordenador y sin más explicaciones me lo devuelve diciéndome otra vez que no se puede abrir. Ya me indigno y le digo que si no siente vergüenza de burlarse reiteradamente de una persona de edad avanzada y seriamente enferma (se ruboriza, pero nada más), le digo que voy a presentar una queja y me responde despectivamente que haga lo que quiera, que él va a jubilarse en breve. Ante mi amenaza de no moverme de allí hasta que seamos debidamente atendidas, él sin abrir el CD, basándose en el informe emitido por el radiólogo, nos da un breve diagnóstico en el que dice que mi madre padece un deterioro cognitivo, lo cual es evidente, ya que por eso fuimos a su consulta. Le prescribe unos parches, sin más explicaciones. Parece ser que el CD no era necesario, menuda pérdida de dinero para la Seguridad Social y de tiempo para mí y para mi madre. Una vez en mi casa, abro correctamente el CD en mis dos ordenadores, uno de ellos bastante antiguo; el proceso de apertura duró algunos minutos, no sé si ése era el problema del doctor, la falta de tiempo; no obstante, es ridículo que un servicio de la Seguridad Social emita un resultado en un soporte informático que luego no se puede abrir en otro servicio.
Hasta aquí han transcurrido cinco meses desde la primera vez que acudo al médico de cabecera.
La comparación hecha al principio de este escrito con un país africano no es correcta, en África apenas hay médicos y aquí abundan los profesionales de la medicina con clínica particular, a los que puedes acudir si tienes dinero para pagarlo. Es entonces cuando caí en la cuenta de mi error, de mi extrema ingenuidad. Decido buscar por internet algún médico para mi madre y me encuentro con que este doctor tiene una importante clínica privada en el centro de Gijón... entonces comprendí que nunca debí empecinarme en que mi madre fuese atendida en la Seguridad Social, pues ésta sólo sirve cuando te atienden doctores con humanidad y respeto por las personas mayores, que los hay y doy fe de ello, pues mi padre, ya fallecido, fue debidamente atendido y diagnosticado en este hospital.
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