Los defectos del Carlos Tartiere
La actualidad del Real Oviedo pasa en el momento actual por la situación del terreno de juego del Carlos Tartiere. De todos es conocido desde la inauguración del estadio (año 2000) que este apartado, junto a otros aspectos constructivos del mismo, ha sido muy cuestionado por los aficionados que habitualmente concurrimos a ver nuestro Real Oviedo.
A la importante inversión realizada, que, dicho sea de paso, ha supuesto gran sacrificio para todos los contribuyentes de la cuidad de Oviedo, con un sobrecoste de liquidación de más de tres millones de euros sobre lo previsto, nos encontramos con que el espectáculo que debe ofrecer un partido de fútbol se ve truncado por un escenario (terreno de juego) que no ofrece las garantías necesarias para practicarlo. A mi modo de ver, el principal error cometido por el autor del proyecto y la Corporación ovetense es no haber sacado de la adjudicación «llave en mano» a la empresa Dragados, esta unidad de obra, tan específica, que, a buen seguro y dentro del ámbito de empresas especializadas en este cometido hubieran ofrecido mejores garantías, siendo las exigencias más directas y no a través del intermediario de turno, en este caso la empresa referida.
Otra cuestión importante y que es comentario unánime es que dada la ubicación del estadio, lugar de bajo nivel y por tanto con dificultades de proyección solar, no se haya contemplado la instalación de material translúcido en las cubiertas, principalmente en el área sur del estadio. Sorprende que en unas recientes declaraciones el autor del proyecto haciendo alusión a este apartado manifieste que no ha sido colocado por considerar la empresa adjudicataria las pocas garantías que proporcionaría el material aludido. Con todos los respetos, he de decir que la mayoría de los estadios ingleses y, sin ir más lejos, el nuevo remodelado El Molinón, disponen del mismo, y pregunto: ¿desde cuándo una empresa debe definir los materiales a instalar asumiendo las competencias que corresponden al autor del proyecto? El Ayuntamiento de Oviedo, propietario del estadio, debe tomar como primera medida y antes de adoptar cualquier solución al propio terreno de juego la instalación del referido translúcido, como garantía del mismo.
Dicho esto, aprovecho para reseñar otros aspectos relativos al estadio, como defectos constructivos, que están relacionados con el espectador, cual es la situación por la que pasan los que habitualmente ocupan el llamado «anillo azul», que en días de lluvia tratan de acomodarse en otros lugares del estadio para no mojarse. Se daba por sentado que todas las localidades iban a estar a buen recaudo del efecto lluvia, y no es así, la razón viene de un error de cálculo, al no prever un perímetro de campo más amplio, en cuanto al ancho entre la línea oficial de juego y la balaustrada, se hubiera logrado con ello la doble función de que el voladizo de cubierta protegiera al espectador íntegramente y permitiera la entrada de luz solar al terreno de juego, obviamente, con los materiales adecuados.
Para finalizar, y sin ánimo de molestar, pregunto: por el tiempo transcurrido, ¿no se debería conocer el proyecto que tiene previsto llevar a cabo el grupo Carso, accionista mayoritario del Real Oviedo, una vez realizadas las ya conocidas visitas de sus máximos responsables?
Fernando Cuevas Camino, abonado n.º 890 y accionista del Real Oviedo, Oviedo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

