El Montepío de la Minería y un ex presidente
En referencia a la carta enviada a este diario por José Manuel Rodríguez Alonso, de Mieres, referente a su pregunta al señor Villa de ¿por qué? supuestamente este dirigente sindicalista minero ha permitido que su compañero de sindicato, el presidente del Montepío Postigo, ejecute un proceso de ajuste en el Balneario de Ledesma (pregunta que resulta curiosa, puesto que Postigo ye`l presidente elegido) me gustaría puntualizar varios asuntos: Al hilo de preguntas y malintencionadas reflexiones lanzadas por José Manuel , que no aclaran mucho, sobre el referido ajuste de Ledesma, y que por cierto, las suelta cómo sin nada, sin decir nunca que el fue Presidente del Montepío en una etapa mucho anterior a la de Postigo, y que también tuvo sus problemas con personal laboral, debo indicar que se queda uno estupefacto al ver la demagogia, el cinismo y la hipocresía de ese veneno del resentimiento, disfrazo de salvapatrias y de falso defensor de los trabajadores, pues durante 23 años no se le ha visto ni en asambleas, ni en actos de apoyo, ni mucho menos en movilizaciones.
Preguntas y palabras las del sr. José Manuel inexplicables para los que, como mutualistas, seguimos el día a día del Montepío y conocemos el verdadero porqué de estas cosas, cosas que van mucho más allá del citado ajuste de plantilla en el Balneario de los mineros, en Salamanca, y que aunque José Manuel cree que otros no conocemos, pues sí se saben, porque la gente no ye tonta. Un ajuste el de Ledesma que por cierto, y según se explicó en la última Asamblea, es consecuencia de la archiconocida crisis que afecta a España y por ende al sector de la hostelería (para darse cuenta, basta con ver lo que pasa con Paradores o como están les urbanizaciones por el Sur). Además, en Ledesma, según se nos apuntó en aquella reunión, en la que nunca se ve al escritor, se sumaban otras cuestiones, como las cargas heredadas de tener en Ledesma una plantilla muy amplia, basada en una estructura de balneario más antigua, y no acorde con las reformadas instalaciones actuales, que mantenía, por ejemplo, más de 30 personas para servir comida en un moderno buffet, en la que la mayor parte de los clientes se sirven sus platos a su gusto. Cuento esto porque como mutualista, y por ello como obrero, siempre me pregunté qué criterio debería aplicar el Montepío en sus actividades, (trabajadores gestionando a trabajadores) cuando en si mismo son negocios que tienen que pagar a su personal (unos buenos y otros malos), que tienen gastos e ingresos y que por tanto, tienen que cuadrarles las cuentas para que los mutualistas podamos seguir disfrutando de estos servicios.
Digo esto, tan obvio, porque si lo que plantea José Manuel es que la dirección del Montepío tiene que mantener una estructura de 150 trabajadores para llevar el Balneario a una situación de perdidas porque el presidente sea sindicalista pues quedan ya claros los argumentos. Un argumento que se hunde totalmente cuando uno se entera de que el citado José Manuel, como ex presidente, venía utilizando hasta una determina fecha una suite del Balneario de Ledesma, suite que, por lo que dicen por ahí, porque nun somos tontos y la gente comenta, y más por la Cuenca, venía utilizando gratuitamente, supuestamente con el trato amable de algunos de los trabajadores, posiblemente afectados. A lo largo de los años, supongo que esto le ha venido reportando un considerable ahorro en sus vacaciones, mientras el resto de los mutualistas veníamos pagando religiosamente la cantidad que corresponde por el servicio. Como no, una vez más los que lo faen mal son los otros y solo chillamos cuando nos pisen el callu.
Es curioso que este ex presidente, que estuvo callado, años y años, aparezca a la luz pública con una carta criticando al señor Postigo justo cuando precisamente este empieza a ordenar medidas de control y ahorro para la entidad, entre ellas supuestas prebendas por no sé qué cargos ocupados en el pasado. José Manuel Rodríguez se delata ya totalmente en sus intenciones cuando uno ya se entera que fue el propio personal del Balneario el que rechazó el ERE propuesto por la dirección del Montepío como solución intermedia, decisión que algunos del comité, según me han dicho, aún no se explican. O se hace el tonto, comparándolo con Residencia de Mayores, una comparativa cuyo fin no es otro, me parece a mi, que el desprestigio del Montepío de manera gratuita, algo que habla muy mal de alguien que fue presidente. ¡Que bajo se puede caer!.
Finalmente, y sin ánimo de librar de la responsabilidad de la gestión a Postigo, cuyas decisiones tendrá que explicar en el foro que considero es el apropiado para ello (la Asamblea de mutualistas), no quisiera terminar añadiendo una pregunta a las suyas: Una que, como mutualista veterano, siempre me he hecho, y que aprovecho a hacer ahora que José Manuel Rodríguez vuelve a salir a la Palestra tras 23 años ajeno a asambleas: Don José Manuel ¿me gustaría saber en su etapa de presidente (años 80), con la promoción de viviendas del Montepio en marcha en Mieres (las casas popularmente conocidas en Mieres como el Vaticano) cómo fue que les puedo corresponder a varios miembros de su familia, entre ellos usted mismo, tres o cuatro viviendas, cuando cientos de mutualistas nos quedamos sin las ventajas de poder acceder a estas viviendas de menos precio?. ¿Fue suerte?. La suerte quizás exista, pero la casualidad creo que no. Y pese al daño que la misma genera al Montepío, daño que parece no importarle, esta carta que usted a escrito no es fruto de la casualidad.
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