Orientación, formación y empleo
La Agencia Local de Promoción Económica y Empleo de Gijón ha realizado unas actividades en el Centro Municipal del Llano consistentes en cuatro apartados: a) Tutorías individuales para la búsqueda de empleo; b) Sesiones grupales de orientación laboral; c) Píldoras formativas; d) Charlas divulgativas en pro de la empleabilidad. Francamente, las encuentro muy apropiadas.
Vayamos más allá. ¿Acaso un Servicio Público de Empleo no está para que todos (los que tienen y los que no tienen empleo) se involucren en la mejora de su empleabilidad; y no tanto en que se vaya a fichar y actualizar la demanda? Cualquier actividad productiva de una empresa requiere de las competencias de su capital humano. Competencias que se basan en las destrezas cognitivas y prácticas propias de la ocupación a la que pertenece el puesto de trabajo de la misma. Unas destrezas que a su vez se basan en los conocimientos teóricos y fácticos de una familia profesional o profesión. Tales destrezas requieren de una actualización permanente para que la empleabilidad de los trabajadores y la competitivad empresarial se desarrollen. Debemos asumir que los contenidos formativos de destrezas de cara a la empleabilidad son absolutamente distintos (y mayores en número y extensión) que los conocimientos de base general de la profesión adquiridos en el aprendizaje inicial, sino no saldremos adelante.
Los empresarios se ven y se verán obligados a una permanente demanda de destrezas especificas que, de no satisfacer formativamente, acabarán perdiendo su competitividad. Intentarán entonces recurrir al abaratamiento salarial para intentar mantenerla: algo abocado al fracaso. Tal razonamiento es aplicable a todo el país: si el Estado no procura la formación de tales destrezas de forma rápida y eficaz, perderá competitividad y éxito. Se crea así una relación formativa ocupacional y permanente con los Servicios Públicos de Empleo para garantizar la mejora de la empleabilidad de las personas como capital humano y, consecuentemente, la competitividad de todo el sistema productivo. Es decir: en tanto en cuanto no establezcamos unos servicios de formación y orientación que relacionen ofertas y demandas en busca de la mejora de la empleabilidad de los ciudadanos para conseguir la competitividad empresarial, estaremos abocados a continuar el fracaso de estos últimos cuarenta años.
Los demandantes de empleo deberán tener su propio «manager» personal especializado en la ocupación que demandan. A la vez que será el enlace con las empresas que hagan ofertas de empleo en tal ocupación. Por tanto: la actividad principal de una Oficina de Empleo será: a) Tratamiento personal por ocupación a los demandantes de tal ocupación; b) Sesiones grupales de orientación hacia actividades formativas; c) Píldoras formativas a modo de presentación de actividades formativas más completas; d) Charlas divulgativas sobre la actividad de su ocupación o necesidades de reorientación desde ella.
¿Existen esos especialistas por ocupación o especialización tecnológica en las Oficinas de Empleo?
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