A propósito de La Canterona, en Pravia
El pasado día 6 publicaba LA NUEVA ESPAÑA la noticia de que IU homenajeará en Cañedo (Pravia) a las víctimas republicanas de la Guerra Civil. Como en dicho artículo aparece una información que no se ajusta a la realidad, deseo puntualizar la noticia a la vez que añadir alguna consideración personal.
En primer lugar, no es cierto que en la primera cantera (La Canterona) a menos de un kilómetro de Pravia, en la carretera que va a Cañedo, haya enterrados «varias docenas de pravianos» como dice el artículo. No hay ninguno. El lugar era utilizado para fusilar. Allí fusilaron a unas doscientas personas, ciento once pertenecientes al concejo de Pravia, según relación proporcionada por los familiares de las víctimas de la represión, y así constan en el acta 3/11 del Pleno extraordinario del Ayuntamiento de Pravia y recogidos en la «Memoria de la Comisión Especial del Consejo de la Memoria Histórica», pero se fusilaron también a personas de los concejos limítrofes de San Román de Candamo, Soto del Barco, Muros del Nalón, y Salas, y que no constan en dicha relación que se circunscribe a los nacidos en Pravia. Las víctimas eran echadas a una camioneta que las trasladaba al cementerio civil, hubo excepciones pues a algunos familiares se les permitió recogerlos o depositar el cuerpo en un ataúd. De testigos presenciales, sabemos que en una ocasión se intentó enterrar en la misma cantera a una persona, pero ante la dureza del terreno, desistieron y lo enterraron al otro lado de la carretera, cerca de un pinar, a la izquierda mirando al Norte. Al día siguiente los perros dejaron un brazo al descubierto, y el resto del cadáver fue retirado dos días más tarde por un hermano de la víctima.
Quiero añadir alguna consideración. Los allí fusilados lo fueron por pertenecer a sindicatos, distintos partidos políticos y, en definitiva, por defender la legitimidad de la II República, de hecho casi todos antes de la primera descarga gritaban «¡Viva la República!», e incluso alguno gritó «¡Viva la Virgen del Valle!», para sorpresa de los sacerdotes presentes. Por este motivo quiero pedir a los organizadores de este homenaje, bien sea IU o el PSOE, que no capitalicen el homenaje ni comercien electoralmente con la memoria de las víctimas, pues si bien es verdad que entre ellas había comunistas y socialistas, había también víctimas que pertenecían a Izquierda Republicana, a la UGT, a la FAI, y personas no adscritas a ninguna entidad que eran sencillamente demócratas. Por favor, respeten su memoria. A todos ellos les amparaba, eso sí, la bandera de la República. En cuanto a la música a interpretar, estoy seguro que habría unanimidad si tocasen el himno nacional de la República española.
Gracias a los organizadores de este acto y de los anteriores que se vienen celebrando el 14 de abril, fecha que las generaciones posteriores a la Guerra Civil deben todas asumir como propia, pues seamos de una tendencia o de otra, ese día aglutinó a todos los españoles; compartámosla,
es historia de España, es nuestra historia.
Luis Álvarez, Grado
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