Al genio, al maestro, al eterno José Luis Sampedro
Cuando el pensamiento se abraza a la razón, y ésta a la sabiduría de un genio, el sentido común hace el resto.
Nuestra mente se abría tanto como su generoso corazón ante cada palabra suya.
A golpe de sensatez y coherencia sacudía la sinrazón que penosamente nos envuelve desde el origen de los tiempos, cada vez que la ignominia fascista sostiene el bastón de mando, de un pueblo que por más que se revuelva rabioso como un plato de guindillas se asfixia bajo el yugo de un Gobierno dictador.
Eternamente joven, en los últimos años atrapado en un cuerpo ancianamente cansado, defendió hasta su último aliento la libertad que hace tan grande al ser humano, como diminuto e insignificante al secuestrador que se la quiere arrebatar.
Como el jefe de una tribu india, lideró con su conocimiento, el avance del 15-M haciendo de su espíritu la bandera de su indignación.
La calidez musical de sus letras se fusionó en maravillosa armonía con la fría lógica de los números elaborando la fórmula perfecta, capaz de vestir del máximo valor al cero, con el manto de la sensatez del economista-filósofo que fue, descubriendo al humanista que había en su ser.
Su vida, plasmada en sus magistrales obras, es nuestro valioso legado, al que nos aferramos a diario los que buscamos una explicación ante el suicidio colectivo al que nos aboca la casta bancaria y capitalista con la inestimable ayuda de los gobiernos neoliberales que les rescatan y les rinden pleitesía, que de nuevos no tienen nada. La rancia pestilencia que desprenden nos dice que es la misma dictadura de siempre.
Anarquista confeso, progresista empedernido, sólo miraba hacia atrás para refrescar su privilegiada memoria y alertarnos de los peligros del sistema capitalista que impunemente nos decapita con sus fechorías.
José Luis Sampedro: el río de la vida te llevó hasta la sal del mar, que últimamente decías paladear.
Amante de la vida y expectante valiente ante la muerte, la recibiste con la placidez que te caracteriza, sólo interrumpida por la indignación que cada viernes te provoca la estupidez vomitada por cada Consejo de Ministros, y a diario el mazazo franquista que este Gobierno asesta a lo que costó treinta años conquistar.
A todos los progresistas y fervorosos protectores de la libertad, que es la fe de quien te escribe, nos gustaría que saludases de nuestra parte, al entrañable Tierno Galván. Habéis sido amigos, ahora tras el místico tránsito de la post-vida, es hora de que retoméis la esencia de vuestra filosofía.
Los que aún navegamos por el río de la vida agradecemos la huella que tus palabras dejaron, siendo las últimas regadas por el quebranto de tu voz, que contrastaba descaradamente con la rotundidad y solidez de tus razonamientos.
Economista, filósofo, pensador, humanista, has puesto el listón muy alto para que exista alguien tan importante como tú, no sólo por todo lo que has sido, o por lo que has podido ser y no has querido; sino por cómo has sido. Nuestro pueblo está sediento de seres como tú. De líderes del calado humano que tú posees. Permite que nos empapemos de tu espíritu.
Gracias por invadir mi espacio con tu presencia como sólo puede hacer un gran ser humano.
Gracias por ser eternamente joven, eternamente sabio.
Gracias por tu existencia que se filtra por cada uno de los poros de la piel de quien te escucha y te lee, hasta llegar a la sensible fibra del corazón.
Gracias por ser el guía de nuestros sueños.
Gracias por ser eterno, sabemos que sigues ahí
Gracias por ser José Luis Sampedro.
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