La Nueva España » Cartas de los lectores » Escrache, un nuevo palabro

Escrache, un nuevo palabro

17 de Abril del 2013 - José Antonio Gutiérrez Glez. (Piedras Blancas)

Los eruditos de la cosa aseguran que el diccionario de la RAE tiene algo más de 82.000 palabras, pero, por lo que parece, no son suficientes para cubrir la realidad del momento que estamos viviendo. Recientemente, sin saber quién lo trajo, algo así como la primavera ha venido y nadie sabe cómo ha sido, recaló en nuestro país un nuevo vocablo. Me refiero al término escrache --extraña voz sacada de la jerga porteña-- que se ha puesto de moda en España, ya que se escucha en todos los programas de radio y televisión y se llena de ella nuestra prensa nacional. Por eso, a estas alturas casi todos sabemos de qué se trata: protestar con firmeza y gran fanfarria de repulsa frente a domicilios o sedes sociales de la flor y nata que influye de manera preponderante en los intereses generales del país. Esas caceroladas, siempre más rabiosas que alegres, se vienen produciendo sobre todo para denunciar los deshaucios de viviendas e impedir que se ejecuten los más hirientes, los más dolorosos.

Su proliferación ha puesto en alerta al Gobierno y asusta sobremanera a todo responsable político de cierta identidad y otros prebostes empresariales o sociales con influencia real en nuestra vida pública desordenada por tanta desazón. Sienten que van a por ellos, que los señalan con el insulto y llaman al timbre de su casa, o sea, meten el dedo de la denuncia en su intimidad personal y familiar. Es fácil suponer, pues, que su irritación sea grande y que muchos desearían ver ya a un gobierno decidido y firme que limpiara de asaltos y vejaciones los portales de sus casas.

El palabro en cuestión, que suena un tanto raro y estrambótico, creemos que no era necesario en nuestro suelo y además no está en el ADN de nuestro idioma. Para referirse a las mencionadas situaciones, el español de siempre dispone de varios sinónimos, tales como acoso, amenaza, intimidación, persecución... y algunos más, con una evidente equivalencia entre ellos. Lo menos negativo de esta voz, escrache, a mi modesto entender, es que no es una prestación del inglés o del francés, como tantísimos otros existentes, sino que viene de la Argentina, sobre la que nuestros antepasados en su día han podido lanzar vocablos al viento que después de una larga supervivencia, vuelven a nosotros en una especie de ida y vuelta recurrente. Lo peor de esta palabra aquí en España es que no suena muy familiar, con una terminación en che que golpea al oído hispanohablante, tan selectivo y tan agudo para la musicalidad del idioma.

A nuestro juicio, escrache, más que una palabra es una transcripción que, a decir verdad, para nada necesitábamos en estos pagos.

Cartas

Número de cartas: 46310

Número de cartas en Noviembre: 41

Tribunas

Número de tribunas: 2093

Número de tribunas en Noviembre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador