La angustia de un error sanitario
Hace una semana mi familia ha pasado por un mal momento debido a un error humano y sanitario. Tres semanas antes un miembro de mi familia acudió al Hospital Monte Naranco para someterse una prueba médica. Tras una ligera demora como es habitual, le realizaron la prueba y le comunicaron que el resultado estaría el lunes de la semana pasada. Hasta aquí solo podemos agradecer la atención prestada y destacar la labor del personal de dicho centro.
El problema llegó el viernes pasado cuando telefónicamente nos comunican que la persona debe acudir a Oncología al Hospital Central. Ahí comenzó un calvario que algunos desgraciadamente podrán haber vivido antes.
- Una madre de 91 años preocupada por su hija tras haber perdido muchos antes a su marido por la misma enfermedad
- Un marido, delicado del corazón, que recibe telefónicamente la cita para un Servicio al que todos tememos y al que acudirá con la persona que más quiere en este mundo.
- Unos hermanos que se preguntan si ellos serán los siguientes tras afectar dicha enfermedad a su padre y ahora a su hermana mayor.
- Unos hijos que afrontan con miedo un futuro sin poder entender cómo se puede comunicar la asistencia a tal servicio telefónicamente y no en persona.
Como se imaginarán para la familia fue el fin de semana más largo y angustioso de su vida. El lunes, al acudir de nuevo al H. Monte Naranco nos comunican que los resultados de la prueba son buenos. La cara de la enferma lo debió decir todo ya que la propia médica que la atendió se interesó por su reacción. Tras contarle lo ocurrido el viernes previo revisan la historia clínica y nos confirma que no figura nada lo que le hace pensar en un error (gracias enormemente a esa doctora). Más tranquilos todos, al día siguiente recibimos una llamada del HUCA confirmando dicho error. Primero alegan que hay una persona con los mismos datos que nuestra familiar. Tras presentar nuestra disconformidad con dicho error y justificación, la misma persona culpa al marido de la paciente de haber entendido mal la información.
Defiendo y defenderé siempre los servicios públicos (escuela, sanidad) con sus ventajas e inconvenientes, pero me gustaría recordar a ciertos profesionales sanitarios que aunque necesiten ponerse límites para evitar llevar problemas a sus domicilios, trabajan con personas. Lo que para ellos puede ser un existo o fracaso más, para otros es nuestra vida, sueños, deseos, expectativas y no se puede cometer un error y tratar de justificarse inculpando a otra persona. Somos humanos y cometemos errores, la mayoría aprendemos de ellos, pero recuerden sobre todo que somos personas.
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