De pastor en Berodia a canónigo en Toledo

A través de los Libros Sacramentales de las parroquias asturianas, voy extrayendo los asientos de partidas bautismales de personas o personajes con los que, por un motivo o por otro, me resulta grato sintonizar, cuando, por haber sido incorporados a la Iglesia de Jesucristo, recibieron el nombre de «cristianos».

Hoy también, cumpliendo una petición de búsqueda efectuada por Begoña González González, investigadora de la figura del ilustre personaje cuyo nombre sirve de título a esta colaboración que tienes en tus manos, carísimo lector, y que nació en la más humilde cuna de la parroquia de Santa María Magdalena de Berodia, en el arciprestazgo de Cabrales, te ofrezco unos muy someros datos para su biografía.

Con la más íntima satisfacción transcribo aquí el asiento bautismal, que se recoge en el Libro de Bautismos de esa querida parroquia cabraliega. Reza así el grato hallazgo:

(A.H.D.,Ref.7.2.10, f..16).

«Fernando. En Berodia a catorce días del mes de octubre, año de mil setecientos noventa y tres, yo el infra escrito Dn. Josef de Intriago, cura propio de esta parroquia de Santa María Magdalena de Berodia y Santa Cruz de Inguanzo, su hijuela, bauticé solemnemente a un niño, que nació el día diez de dicho mes y año, pusiéronle por nombre Fernando Rosalía. Es hijo legítimo de Manuel Prieto y de Francisca de Mestas, vecinos de este lugar de Berodia y nieto por línea paterna de Fernando Prieto y de Francisca Roxo y por la materna de Bernabé de Mestas y de Juana de Cossío, todos vecinos del expresado Berodia. Fueron sus padrinos el referido Fernando su abuelo paterno y Ramona Roxo, que no tocó, vecina de San Roque del Prado. Advertiles lo debido y para que conste lo firmo, Joseph de Intriago (rubricado)».

Allí en el Libro de Casados (Ref. 7.2 .5, f. 70) nos encontramos con la grata noticia del matrimonio de sus padres en los siguientes términos: «Manuel y Francisca. En Berodia a catorce días del mes de febrero, año de mil setecientos ochenta y siete, yo el Infra escrito Dn. Josef de Intriago, cura propio de esta parroquia de Santa María Magdalena de Berodia y su hijuela Santa Cruz de Inguanzo, en este concejo de Cabrales, asistí al matrimonio que entre sí legítimamente contrajeron Manuel Prieto y Francisca de Mestas, mis feligreses; aquel es hijo legítimo de Fernando Prieto y de Francisca Roxo, y esta es hija legítima de Bernabé de Mestas y de Juana de Cossío, todos vecinos de dicho lugar de Berodia, fueron testigos de dicho contrato matrimonial Dn Pedro de la Bárcena, D. Manuel de la Bárcena, Francisco de la Concha y otros vecinos de esta feligresía y para que conste lo firmo, Joseph de Intriago (rubricado)». De este matrimonio nacieron cuatro hijos: Francisco Antonio Paulino, Manuel Antonio, Fernando –aquí biografiado– y Félix.

Nos es dado a conocer, a través de una hoja suelta de un Libro de Difuntos, que «en 31 de mayo de 1830 falleció Francisca de Mestas, mujer legítima de Manuel Prieto. Dejó por herederos a sus hijos D. Fernando, presbítero, Francisco Ramón, Antonio y Félix. Fue enterrada en el primer tramo de sepulturas de esta Iglesia».

Hemos recurrido a D. Constantino Suárez, el Españolito, en su obra «Escritores y artistas asturianos», para resumir una breve síntesis biográfica del canónigo de Toledo. Contribuyó a la economía doméstica pastoreando cabras en su pueblo de Berodia en Cabrales. Estudió las primeras letras en la escuela de su pueblo, en cuyo recuerdo le dejará en legado parte de su biblioteca. Estudió Filosofía en el monasterio benedictino de San Salvador de Celorio. Cursó Teología y Jurisprudencia en la Universidad de Oviedo. Fue preceptor de los hijos del marqués de Gaztañaga, para quienes escribió un tratado de Lógica. Fue profesor suplente de la Universidad ovetense y publicista fecundo, escribiendo en «El Momo» diatribas contra el jansenismo.

No consta la fecha de su ordenación sacerdotal, pero sí que destacó como orador sagrado y experto en Filología Bíblica trilingüe, dominando las lenguas latina, griega y hebreo-aramea, además de la arábiga, y las modernas alemán, inglés, francés e italiano.

En 1824, al ser nombrado arzobispo de Toledo el cardenal don Pedro de Inguanzo y Rivero, se llevó a Toledo como secretario de cámara a Don Fernando, asignándole una plaza de porcionero en la Primada toledana. En Toledo fue catedrático de Teología, rector del Colegio de Santa María y se dedicó a la investigación de los manuscritos arábigos del Archivo Capitular de Toledo, acerca de los cuales publicó significados estudios en la Universidad de Dresde. Fue académico correspondiente de la Real Academia de la Historia.

En reciente conferencia tenida en Gijón, doña Begoña González González adelantó como preludio del libro que prepara sobre don Fernando Prieto abundantes datos sobre la Librería del canónigo toledano y el fruto de sus investigaciones sobre uno de sus ascendientes familiares, al que su familia, en el hogar familiar de Berodia, que ha venido a parar en ella, recuerda conservando el nombre del «cuarto del canónigo».