La Nueva España » Cartas de los lectores » Al presidente de FADE

Al presidente de FADE

3 de Mayo del 2013 - Luis García Oliveira (Gijón)

Disculpe, D. Severino, que un anónimo ciudadano como yo se tome la libertad de dirigirse públicamente a Ud. Así, por las buenas y sin que medie entre ambos relación personal o laboral alguna, aunque como trabajador por cuenta ajena pienso que sobre ese último y aparentemente inexistente vínculo cabrían bastantes más consideraciones de las que a mí me gustaría poder hacer. Pero, bueno, esa sería otra cuestión en la que no procede entrar en estos momentos.

Y es que verá, D. Severino, según ventilan a todo trapo los medios de comunicación tan entrometidos a veces, verdad –parece que la Hacienda pública no está por la labor de pasarle por alto la deuda tributaria de unos 450.000 euros, nada más– que, según esa instancia, Ud. le debe por el IVA no declarado en alguna de sus empresas entre los años 2009 y 2011.

Debe tratarse de algún error; fue lo primero que pensé tras saber de esa grave acusación. ¿Cómo va a escamotearle a Hacienda ese dinero un hombre que lleva 18 largos años siendo el mascarón de proa del empresariado asturiano?, volví a decirme a mí mismo.

Pero algo no le debió de cuadrar a la Fiscalía entre ese supuesto debe y el haber real de su comportamiento ante las ineludibles obligaciones fiscales que, como empresario, le corresponden. Vamos, que eso de quedarse con el IVA durante tres años tampoco le ha parecido precisamente bien a la Administración de Justicia, que ha resuelto imputarle tres delitos fiscales.

Y por si eso fuese poco, resulta que buena parte de sus colegas directivos en la FADE tampoco ven con buenos ojos que siga Ud. representándoles; es más, parece que a algunos de ellos les incomoda ya su presencia en el cargo casi como si la de un apestado se tratase, llegando a amenazar públicamente con dimisiones en cadena en caso de que a Ud. le tentase eso de hacerse el sueco y enrocarse en la poltrona directiva. Ya veremos si le permiten llegar, como Ud. pretende, hasta el 5 de junio sentado en ella.

¡Pero qué desagradecidos!, pensará Ud. de cuantos ahora le repudian sin el menor reparo escenificando súbitos remilgos éticos. Con la de subvenciones y prebendas tributarias de toda clase que les habrá conseguido vareando duramente y sin cuartel a las administraciones públicas a lo largo de tantos años. Por eso, no cuesta imaginar lo difícil que le resultará morderse la lengua ante tanto barniz de moralina a quien conoce como pocos los velados entresijos empresariales de más de uno de los que ahora le niegan el pan y la sal.

Para colmo, a nivel social la FADE no está precisamente considerada como una ONG o cosa parecida, con lo que no cabe esperar que una mayoría ciudadana tenga con Ud. mayor consideración, ni por su caída en desgracia entre quienes le auparon al cargo ni por sus problemas con Hacienda y con la Fiscalía.

Pero no caiga en la tentación de culpar a nadie de su anémica empatía, D. Severino; si quiere encontrar la causa, búsquela en sí mismo. Fustigar laboral y salarialmente por sistema a la clase trabajadora –esa sin la que no se puede crear riqueza y con la que Ud. no ha tenido nunca ni el menor detalle verbal– tenía que acabar pasándole factura.

Tampoco se ilusione con que le vayan a aplaudir por la calle: ¿cómo olvidar el descaro de sus escoradas pretensiones de dictar a los gobiernos autonómicos de turno –a unos más que a otros, ciertamente– la confección de los sucesivos presupuestos anuales según su sectorial conveniencia?, o el amonsergado y ya cansino discurso de quien siempre transmite la quejosa impresión de que todo el mundo le debe algo; vamos, de que Ud. y su causa se lo merecen todo, mucho más y antes que nadie.

Todo eso se vende muy mal entre la ciudadanía, D. Severino, y me temo que no va a encontrar a ningún interesado en defender realmente la herencia pública de semejante trayectoria. Lógicamente, en su discurso de dimisión del próximo 5 de junio tendrá Ud. algunas palabras de agradecimiento para no sé quién, aunque sí sé de quienes no debería olvidarse: de los más de 107.000 parados que hay registrados en esta Comunidad. Creo que sería una buena ocasión para dejar constancia ante la ciudadanía de que al empresariado no le guía tan sólo el ánimo de lucro y que el colectivo de parados representa para todos Uds. algo más que un indefenso caladero de mano de obra barata, considerándoles como lo que realmente son en su inmensa mayoría: personas de carne y hueso, muchas de ellas con hijos y familia a su cargo, que lo único que quieren es poder ganarse la vida trabajando dignamente; a poder ser sin que nadie se aproveche de la actual coyuntura para explotarles.

Cartas

Número de cartas: 46281

Número de cartas en Noviembre: 12

Tribunas

Número de tribunas: 2093

Número de tribunas en Noviembre: 1

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador