El desempleo ya es emergencia nacional
¡Ya no podemos seguir contemplando cómo esa cifra sube y sube! Es una situación de emergencia nacional, y todos nuestros políticos debieran apartar diferencias ideológicas, intereses partidistas y reunirse día y noche hasta encontrar una salida a esta cruel realidad.
Resulta que nuestros políticos de cualquier signo que debieran estar sin salir de sus parlamentos respectivos por la urgencia a dar soluciones a esta masacre siguen observando impasibles cómo el país se destruye irremediablemente. Si ustedes, ineptos, no tienen la solución ¡váyanse!, dejen a otros más capaces, convoquen elecciones, pero no sigan haciendo tanto daño a toda la sociedad queriendo mantenerse rucando.
Creo que no saldremos de esta hasta cambiar a todos los añejos, ineptos y apoltronados políticos que tenemos gestionando nuestro futuro. Sólo saben dar empleo a sus familiares engordando una Administración paralela al funcionariado que no podemos seguir financiando. Para mantenerse ellos y sus familiares ajenos a la crisis no dudan los irresponsables en cerrar empresas públicas, mandar trabajadores al paro, privatizar la Sanidad, despedir interinos en la educación; en vez de hacer la reforma necesaria de esa Administración: cerrar todos los tugurios, estamentos oficiales, delegaciones, consejerías, diputaciones, cabildos, etcétera, donde enchufan a diestro y siniestro estos caraduras a familiares de asesores, cargos de confianza, consejeros, etcétera. Qué decir del Senado, un nido de sin trabajo. Hay que eliminar los 2/3 de los políticos electos, la mitad de ayuntamientos, reducir y agrupar comunidades, etcétera. Ésa si es la reforma que necesitamos.
Con esa reforma sobre ellos mismos, una fuerte lucha contra la economía sumergida, donde profesiones liberales por todas las ciudades se escapan al fisco sin que nadie les obligue a dar factura, y pedir una demora en la devolución de nuestra deuda, tendríamos resueltos nuestros problemas. Pero no, prefieren seguir viéndolas venir, seguir obedeciendo órdenes de Merkel, una señora a la que los españoles le importamos menos que nada.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo