Sólo nos queda la Historia
Tras el reciente anuncio de la marcha de Duro Felguera de Langreo tras casi 160 años, sólo nos quedará la Historia, material e inmaterial, para recordar lo que esta empresa significó en nuestro municipio. Según LA NUEVA ESPAÑA, hace 5 años eran 600 los empleados que la empresa nacida en La Felguera mantenía en Langreo. Cuando echen el cierre Felguera Melt y Felguera Construcciones Mecánicas no quedará un solo puesto de trabajo. Aunque hace algo más de 10 años Duro Felguera anunció orgullosa que seguían apostando por Langreo, hace casi un lustro Duro anunció la construcción de un moderno centro tecnológico en Gijón con el correspondiente traslado de los 130 empleados del Centro de Proyectos e Ingeniería de Valnalón (inaugurado en 1999), además de otros cientos de puestos de otras instalaciones que fueron trasladándose de La Felguera a Llanera o Gijón, y nuevos planes de investigación, desarrollo e innovación que excluían por completo a Langreo. Una actitud de fuga auspiciada por las autoridades políticas asturianas, los mismos que ahora se ponen detrás de una pancarta en Oviedo o Madrid en supuesta defensa de las cuencas mineras, no lo olvidemos. Esta empresa, poseedora del título de Langreano de Honor desde 2004, es una de las que mejor aguantan la crisis en nuestra región, no parando de crecer en todo el mundo gracias a la exitosa especialización y cambio de producción cuando Duro dejó de ser la mayor empresa siderúrgica-carbonera de España, cuando la producción de la siderurgia de La Felguera pasó a ser Uninsa, Ensidesa y, finalmente, cuando la fábrica que dio origen como tal a la villa langreana fue derribada en 1984. Duro Felguera, dando ejemplo de compromiso y lealtad, permaneció en Langreo siendo todo un símbolo de reconversión industrial. No sólo eso, Duro, a pesar de estar en buenas condiciones económicamente hablando, recibió 5 millones de fondos mineros, como ha publicado LA NUEVA ESPAÑA, en estos últimos años, pasando a ser ejemplo de la nefasta concesión de ayudas que se ha llevado a cabo en las Cuencas con los Fondos Mineros, concedidos sin ningún tipo de control, algo extensible al uso del resto de los fondos. Unas subvenciones que hemos visto evaporarse en Alas Aluminium o Venturo (quizá dentro de unos años sepamos más acerca de esto), unas cantidades que, por lógica, Duro Felguera debería devolver para que se destinasen a las empresas que permanecen y permanecerán en Langreo o a aquellos emprendedores que quieran fundar la suya en este contexto tan difícil. A ello sumamos actitudes tan denigrantes como la llevada a cabo por Duro en asuntos como los Talleres del Conde o la reconversión del emblemático edificio de La Salle de La Felguera a un centro de formación interna, pasando de ser un centro cultural del que todos podíamos disfrutar a un edificio vacío. Está claro que los valores que esta empresa defiende en su página web poco tienen que ver con su actitud real, al menos en lo referente al lugar donde nació. Dicen algunos que la actual crisis económica está producida, en parte, por una crisis de valores. Pues bien, son precisamente estas actitudes tan poco nobles, a otra escala, las que en buena parte nos han llevado a la situación actual, o las que hacen que el sistema capitalista tenga tantas lagunas y fallos. De este modo Duro Felguera ya no hace, desde luego, honor a las dos palabras que forman su nombre: a Pedro Duro, una figura de empresario inusual en el siglo XIX (y en los siguientes) que, sin olvidar la consecución del beneficio, estaba dotado de unos valores y moral que no permitirían ver la actitud de sus sucesores con respecto al emporio que él fundó, y Felguera, ya que esta empresa no es merecedora de llevar el nombre de los miles de trabajadores y trabajadoras, obreros, mineros, ingenieros, capataces... que construyeron La Felguera y Langreo en estos últimos 155 años. Ahora, de Duro Felguera sólo nos queda la Historia.
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