La misa de gaita

12 de Mayo del 2013 - Agustín Hevia Ballina

Recientemente asistí en el Paraninfo de la Universidad a la presentación de un libro, que fue calificado como «la esencia de la cultura de Asturias» y que llevaba por título «La misa de gaita: hibridaciones sacroasturianas», publicado por Fundación Valdés-Salas, libro del que es autor el musicólogo Ángel Medina Álvarez, quien ha realizado una extensa y profunda investigación sobre una faceta del alma de Asturias, que, en casi todas sus parroquias, en las fiestas sacramentales y con motivo de las fiestas patronales, viene escuchándose, a los característicos sones de la misa asturiana de gaita.

Con una concurrencia excepcional, lleno el paraninfo universitario hasta los topes y desbordando al adyacente claustro, fue posible escuchar la palabra docta y rebosante de sapiencias del eminente musicólogo Emilio Casares Rodicio, que acudió desde Madrid para dar realce a tan importante acto. Al final fue posible percibir los sones de la gaita de Xaime Menéndez de Soto de la Barca y el Kyrie y Gloria de La misa de gaita, interpretados magistralmente por José Luís Martínez García, de Cornellana, conocido por «Pepe'l Molín».

Aunque el autor de la investigación sobre la misa de gaita, Ángel Medina Álvarez, la haya centrado sobre el concejo de Salas, al igual que la grabación complementaria, sin embargo no faltan algunos apuntes sobre la misa asturiana de gaita en las variantes que ofrece la interpretación de la misma en Llanes, Aller, Lena y Quirós.

Busqué con curiosidad por si aparecía algo de lo que alcanzaban mis recuerdos, alguna mención a las vivencias que yo conservo, de la «misa de gaita», que cantaba con maestría sin igual el cura de Selorio, don José Villar Carús, como intérprete de la variante más popular en la comarca de Villaviciosa y acompañado a la gaita por el «Ratu de la Madrera», como el gaitero más renombrado de todas las parroquias de Villaviciosa, José Vega Pereda.

Del cura de Selorio, una mención nos ofrece el profesor Medina en su libro, citándolo como «Don José el vieyu, cura de Selorio (Villaviciosa)». Para futuras ampliaciones de su investigación dejo constancia de su partida bautismal y «currículum»:

Subtítulo: Homenaje a «Ratu la Madrera», gaiteru de pro

Destacado:Todavía hace mucho, el 12 de enero, tuve la satisfacción de casar en la capilla de San Mamés de Cermuño a una nieta del «Ratu la Madrera»; los nuevos esposos son Rocío Vega Martínez y el colombiano-español Luis Humberto Velasco Aponte, proyectista, con firma «Lucho»

Nació D. José Villar Carús el diez de abril de 1879, en la parroquia de san Pelayo de Pivierda, hijo de Pablo Villar y de Vicenta Carús. Fue párroco de Santa Eulalia de Selorio durante 38 años. Y en esta parroquia falleció el 6 de enero de 1965, confortado con los Santos Sacramentos.

Del otro personaje, gaitero muy renombrado de la comarca de Villaviciosa, transmití una semblanza, por el año 1988, en la Revista Cubera, en una reseña que titulé «Personajes entrañables del concejo de Villaviciosa: José Vega Pereda, el "Ratu la Madrera”», ilustrada con una foto del «Gaiteru la Madrera», junto con su esposa Ramona, rodeado de la casi totalidad de sus dieciocho hijos «llegados a pilas». De esa mención no se recoge la citación correspondiente en la Bibliografía de Ángel Medina, como tampoco la de Lluis Portal Hevia, «Los vieyos gaiteros», de los que destaca a José María‘l d’Olivar de quien se recogen estas palabras: «Prestábame tamién la misa de gaita, aunque yo non soy de dir a la ilesia, pero la misa cantada ye muy guapa. Equí, en pueblu había un cura vieyu que cantaba muy bien, repanchigábase tou pa cantar». Se trataba del mentado don José Villar Carús.

Todavía hace unos días, el 12 de enero de este presente 2013, tuve la satisfacción de casar en la capilla de San Mamés de Cermuño a una nieta del «Ratu la Madrera». Los nuevos esposos son Rocío Vega Martínez y el colombiano-español Luis Humberto Velasco Aponte, proyectista, con firma «Lucho».

No me resisto a dejar constancia de algunos datos sobre el «Ratu la Madrera», acompañante tantas veces de don José, «el cura de Selorio», en la misa de gaita. Nació José Vega Pereda, el «Ratu la Madrera», en este pueblo de la parroquia de San Julián de Viñón, el 7 de abril de 1904, siendo sus padres Bernardo Vega Rivero, «Lalo el Ratu Vieyu» y Dolores Pereda Meana. A José, su hijo le tiró un poco el mundo de lo clerical y estuvo a punto de marchar para fraile, pero dominó más en él la afición a la gaita y la atracción por las mozas, de las que seleccionó por esposa a Ramona Fernández Cuadra, del vecino pueblo de Cermuño, de la parroquia de Santo Tomás de Coro, hoy de Santa María de Lugás. De su matrimonio leo la correspondiente partida matrimonial en el Libro de Casados de la feligresía de Coro, de la que dejó constancia:

«El 30 de enero de 1930, en la capilla de Cermuño, de esta parroquia de Santo Tomás de Coro, ante mí don Albano Antonio Fernández Hevia, cura propio de esta de Coro, contrajeron matrimonio y recibieron las bendiciones nupciales José Vega Pereda, hijo legítimo de Bernardo Vega y Dolores Pereda, de veinticinco años, soltero, natural de Viñón, y Ramona Fernández Cuadra, de diecisiete años de edad, soltera, hija legítima de Alejandro Fernández y Perfecta Cuadra, de esta parroquia».

Según recordó Mariola Menéndez, en reciente reportaje en LA NUEVA ESPAÑA, fue en esta capilla de San Mamés de Cermuño donde 83 años después contrajo matrimonio Rocío Vega Martínez, nieta de José y de Ramona. Esta hermosa capilla rural, edificada por un ancestro de Rocío, Pedro de la Vega, en 1609, ha sido restaurada por Maximino Vega, padre de Rocío, y sus hermanos en 2009, al cumplirse los 400 años de su fundación.

Para concluir y volviendo al libro de Ángel Medina, vaya mi más cordial felicitación a don Ángel Medina Álvarez por esta síntesis tan elaborada y cuidada sobre la misa de gaita, que tanto me ha deleitado.

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