Las memorias de Alfonso Camín
Celebro la nueva edición de «Entre manzanos» –la tercera– que se ha hecho del libro de Alfonso Camín, el gran poeta asturiano y uno de los mejores poetas españoles del siglo XX, sino el mejor del idioma castellano. Tal edición, en formato distinto del original primero, publicado en 1952 en México y, del segundo, impreso en 1978 en Gijón, con participación del Ayuntamiento de Gijón, como en esta tercera edición, que ha sido, además de bienvenida, publicada a destiempo, pues que ni siquiera ha sido impresa para conmemorar el 30.º aniversario de la muerte del poeta, sino más tarde. De todos modos, bienvenida sea.
Sin embargo, los responsables de esta tercera edición sabrán por qué, por ejemplo, la portada que inserta la ilustración de Germán Horacio, de la primera y segunda edición, encabezan la misma con una leyenda como «Parroquia de Roces»... además de otros rótulos.
Hay más, que nos ha extrañado mucho. En esta tercera edición, de la que hemos sabido tarde, se ha suprimido el prólogo de Luis Astrana Marín, que es una introducción a la obra y a la vida del autor de mucha significación. La supresión del prólogo no tiene justificación explicable, aunque puedan explicar al respecto lo que quieran. Y más: si lo hicieran, no sería convincente de ninguna manera.
Y no es de ninguna manera tampoco convincente el que, de las páginas finales, hayan suprimido asimismo el listado de las «Obras del mismo autor». ¿Por qué? Si de lo que se trata es da honrar la valía caminiana como poeta, periodista e historiador, más que gijonés, español, no se entiende –no entendemos nosotros– que se hayan suprimido tanto las referidas páginas del prólogo del gran cervantista Astrana Marín como las páginas en que consta la obra extensa y variada del autor de «Entre manzanos».
Ignoramos si hubo algún acto para celebrar la publicación de esta tercera edición del libro de memorias de Camín ni si fue presentado en alguna parte. Lo que, al margen de este libro impreso por la institución municipal gijonesa –que aplaudimos en un aspecto y reprobamos en cuanto a la supresión del prólogo y listado de las obras del autor– nos cabe decir es que, con motivo del 30.º aniversario de la muerte de Camín, sí fueron publicados dos libros. «España a hierro y fuego», sobre los diez primeros meses de guerra civil en el Norte, debido al mecenazgo de don Fredo Arias de la Canal, presidente de Frente Hispanista y que hemos distribuido parte de ella en Asturias a diversos medios y personas.
Por otra parte –que es la nuestra– hemos publicado «Alfonso Camín en la voz de otros poetas», donde se recogen diversas y variadas composiciones poéticas en torno a la vida y obra de Camín. También fue distribuido gratuitamente.
Rafa Lorenzo, cantautor, grabó diversas letras caminianas, que ahí están, para honrar y homenajear al poeta de Asturias e hijo predilecto, que fue Alfonso Camín. Aparte esto, el Ateneo Republicano de Asturias honró, como cada año, la memoria de Alfonso Camín con actos tanto en el cementerio como en disertaciones e intervenciones varias. A tal respecto, no se debe olvidar que «La caravana del verso», que dirige Joaquín de la Buelga, viene haciendo recitales en torno a la obra de Alfonso Camín. Así mismo, LA NUEVA ESPAÑA ha publicado una «Antología poética» sobre parte de la obra del eximio poeta asturiano. Y una Asociación caminista, liderada por el poeta cubano Víctor Puertodán, ha intervenido en varios actos en Asturias.
Y hay quien sigue –seguimos– honrando la memoria y la obra del gran poeta Alfonso Camín, que legó su obra al Principado y, en lo que sabemos, nada ha hecho en memoria de él para homenajearlo siquiera en el 30.º aniversario de su fallecimiento. ¿A quién hay que honrar entonces?
Dejémoslo así. Mientras tanto, seguiremos, con algunos otros defensores caminianos, admirando su obra y aplaudiéndola, mientras haya organismos que ponen medallas a medianías poéticas.
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