Sobre los libros de autoayuda
Es algo así como «su problema no es problema», usted podría hacer lo que quisiera si usara el caudal que lleva dentro, si sabe sacarlo fuera, utilizarlo a su favor. Demasiadas flores para uno mismo, tal vez habría que enseñar a cómo ayudar al que tuviese menos caudal o no sabe seguir avanzando en conocimientos, en sabiduría que da la vida y también en algo que trascienda lo cotidiano que merezca la pena ser atendido y es un deber pues somos nosotros y nuestras circunstancias, como nos dijo D. José Ortega y Gasset, que no escribía libros de autoayuda precisamente. «Se queda en su circunstancia», dice en un libro pues no nos la vamos a saltar a la torera por mucho entusiasmo que pongamos en ello. En términos marineros decía un libro de éstos de los que hablo que el pesimista se queja del viento, el optimista espera que pase, el realista ajusta las velas. Nuestra actitud hacia la vida la puede mejorar o empeorar, pero ante todo tener ajustadas las velas; nada de autoaplaudirse, que mientras tanto llega el temporal y no podremos hacerle frente.
Nos preguntamos cuál es el sentido de la vida o no nos lo preguntamos (la solución, en la última página). Cada cual la enfoca según sus ideales o escala de valores aunque se dice que ya no hay ideales, se volverá al espíritu de los muertos a los que se admira y que nos marcan el camino. «Estar por encima de uno mismo», aunque no sea esto para todos, pero son los que se esfuerzan y se entrenan como atletas sin dopajes ni caminos fáciles y son los santos, los místicos o religiosos que mucho hacen en la tierra ayudando a los demás mortales que no llegamos a esa altura.
Hay quien vive para la sociedad desde un puesto o grupo o equipo, la sociedad de ciudadanos de su entorno más próximo o en general a los que viven con menos oportunidades de prosperar. Hay el que vive para hacer una tarea o profesión particular que le llena la vida o el que llena la vida de forma sencilla y familiar sin grandes dispendios ni sofisticación, goza también de la Naturaleza y suele hacer muchas cosas pues es dinámico, no le gustan los eventos de mucha gente pues se siente una rara avis (que se lo llamarán) pues no es tiempo de vida tranquila y sin complicaciones. No se puede navegar contra corriente.
Todos estos enfoques de la vida pueden variar, pues ella es imprevisible y nosotros somos nosotros y nuestras circunstancias que a veces se ponen duras y difíciles pero no nos las vamos a saltar a la torera, y a veces hay mar de bonanza…
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo