Los despidos de la Fábrica de Armas
El futuro y el qué pasará con los empleados de la Fábrica de Armas en Asturias ha sido un tema muy hablado estos últimos meses. Ha habido negociaciones, ha habido protestas, trabajadores se han encerrado en la fábrica, etcétera. Hasta se ha llevado el tema a Madrid, y no es para nada sólo una noticia local, sino que ha tenido eco en todos los medios españoles, ya que otras factorías de la misma empresa en otras ciudades han pasado por la misma situación.
En un primer momento se habló de despedir a unos 280 trabajadores. Finalmente, la semana pasada se despidió a unos 55 trabajadores. Visto desde la perspectiva de cuántos iban a ser despedidos y al final cuántos acabaron en la calle, parece hasta que habría que celebrarlo, que se ha logrado un resultado positivo.
Puede parecer positivo, pero no tanto para los despedidos, que, en su gran mayoría, son personas que llevan décadas en una misma empresa con trabajos muy específicos y propios de una fábrica de armas, y labores que poca demanda tienen fuera de ella.
La lucha por conservar o reducir los puestos de trabajo viene ya desde el año pasado. Inicialmente cerraban la fábrica de Oviedo y trasladaban a los trabajadores y a la maquinaria a Trubia, para poder ser más eficientes, para crear sinergia, pero era para ayudar a evitar los despidos. Viendo que el número total de empleados de las fábricas se ha reducido a casi la mitad, no digo más.
La semana pasada los trabajadores de 55 años fueron el blanco principal de la limpieza: con años insuficientes para poder acceder a la prejubilación (que saldría muy cara), pero como están a punto de poder acceder a ella, antes de que llegue ese momento y que su despido futuro nos cueste demasiado, mejor echarlos ahora, que parece que están de saldo.
Eso nos deja con unos 55 trabajadores ahora en las puertas del Inem, y el futuro de sus familias, ni se sabe.
Mi pregunta es: ¿cómo ha ayudado la reforma laboral a esas familias? ¿A esos trabajadores? Trabajadores que llevan décadas en un mismo sitio, que tienen personas dependiendo de ellos y que, además, gracias a la ayuda de los políticos, que han allanado el camino, se han convertido en un despido económico. Lo más seguro es que estos trabajadores vayan a tener muchos problemas para encontrar otro puesto, aunque espero que no sea así.
Y luego nos sorprende cuando no se ve un final próximo a la crisis. Facilitar los despidos sólo añade más personas al paro, y cuantas más personas al paro, menos consumo, cuanto menos consumo, más crisis, y vuelta a empezar.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo