Hasta pronto al concurso «Ciudad de Oviedo»
Recordando el dicho «el que ye de ley, vuelve». Hace años alguien decía: quéda-y poco de vida. Salud.
Es una cultura, una ciencia que seguirá, alguien dice: Renovarla. Me suena a aquello de las orejas por el rabo. Nueva canción asturiana. ¿Nueva de qué? Buscando unos giros más fáciles, más a la española. Observando el pasado, siempre existió muy aproximado. Hace años decía así un cantante muy respetado: Nosotros no imitamos a nadie, cantamos por nosotros mismos. Pues bien, por sí mismos cantaron los pasados, los presentes y seguirán los futuros.
Se están amontonando un número de canciones grabadas, eligiendo como patrones a los más populares, con más nombre, etcétera, que para meter en el patrón habría que hacer el llamado referéndum, aunque luego surgiera aquello de ¿a quién votasteis? Se observan pequeñas reformas en algunas canciones del castellano y el bable: Tengo de ir al molino, La portillera con el torito bravo, etcétera, como si dijéramos Grado, Bilbado y pescado. De todas formas este lenguaje dicho por los mejores cantantes no es lo bastante para valorar por tal lenguaje, ni para decir, esa ye así o nun ye así. Cada cual que haga lo que considere. Saber hablar, difícil y escuchar más difícil todavía.
Cuando no existían grabaciones, el jurado calificaba de esta manera: voz y gusto para cantar, lo demás quedaba en el llamado sentido común, el menos común de todos los sentidos. No existía esa ye así o nun ye así. Al final se recogió como el bable de una zona más cercana.
El popular Laudelino Alonso decía que lo aprendiera a cantar su abuelo. Si observamos las conocidas primeras grabaciones del Maragatu y más y más, el cantante no buscaba lo más difícil todavía, luego surge Miranda con Les cuatro Poles. Como dijo Juanín de Mieres: Púsolo más difícil. Requejo con La Linia trazada, que sólo tuvo un imitador que es Celestino González. El Presi, Cuando salí de Asturias. Escuchando las canciones por aquellos pocos aparatos de radio en la posguerra y decía así: Oyistis al Presi, oyistis al Presi. A Juanín de Mieres con A la salida del Sella, pero muchos años después surgen más cantantes pasados más por alto, aquel Celestino Rubiera con Madre si vas a Xixón, que tampoco tuvo imitadores y más tarde, con menos nombre, Delfín Llerandi con La carretera El Pedrosu, me refería estos cantantes en la parte difícil y duración de las notas. No todo se conoce.
Cantar bien, saber cantar, poder cantar o lo que es cantar, nada tiene que ver uno con lo otro. No es difícil el desglose, claro, los jurados en los concursos el viejo dicho: Amigo de tal, amigo de cual. Si del mayor amigo, la gran pedrada. ¿Cómo sería la del enemigo? Cantar al público es muy descarado, podría ser un lugar de cultivo y ensayos, más de tú a tú, sin jueces, sin dinero, pues el dinero también es un enemigo del hombre, es decir, al amor al arte, para quien empieza y termina y más y más. Volver al pasado en los bares, el pasado ya pasó.
La critica es el alma de todos los conceptos, que en la llamada democracia todos tenemos derecho, con respeto, claro. Aquel que habló horas y alguien preguntó ¿qué dijo esi? No sé, no sé, qué quiso decir, tampoco, no tengo ni idea ¿y aquél otro que no dijo nada? Bueno, bueno, igual quiso decir más que el otro. Aquel que decía lo que nun sabía y creía saber lo que nun decía. Les palabres son como les ferramientes de trabayu, hai que saber empleales.
Ojalá supiéramos todos, ojalá supiéramos todos, ojalá supiéramos todos.
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