Malas noticias para la Facultad de Medicina de Oviedo
Estaba en casa revisando papeles del hospital como cualquier día de semana, recibí un mensaje de una persona que siempre me hace recordar los mejores momentos que he pasado como estudiante en la Facultad de Medicina de Oviedo.
Las cosas no van bien en ningún ámbito en este país, y en la Universidad pública, menos, pero me entristece ver que no sepamos valorar lo que realmente funciona y que no depende ni debería cambiar por malas que sean las circunstancias. Montse, como la conocemos todas las generaciones que hemos pasado por la Facultad de Medicina de Oviedo en los últimos 24 años, es de esas personas que a su gran validez profesional sumaba la capacidad para convertir ese macrorrecinto congelado de hormigón, que debió de diseñarse para el calor de Andalucía, fuese un sitio realmente cálido y familiar donde pasar los que dicen son los mejores años de tu vida.
Sé que esta misma es la opinión de muchísimos médicos que ahora estamos repartidos por toda España y que como yo no pueden estar allí en persona para apoyarla, porque seguro que no soy el único al que ayudaba a seleccionar lo importante de los apuntes en la fotocopiadora, al que le fotocopiaba los últimos temas del examen cuando estaba a punto de cerrar porque ya no tenía casi ni tiempo a leérselos para el día siguiente, al que reñía cuando no daba ni golpe, con el que fumaba un cigarro o tomaba un café en medio de largas horas de estudio, y, en mi caso, al que llamó al móvil en cuanto salió la última nota para decirle que había acabado la carrera.
No sé los motivos del cambio de empresa, ni por qué deciden prescindir de la gente que ha estado ahí tantos años rindiendo a gran nivel humano y profesional, pero se equivocan, y lo sabemos todas las generaciones de médicos que hemos pasado por allí.
Mucha suerte, Montse, que se resuelva todo pronto, tienes el cariño de todos nosotros.
Pablo Galindo Rubín
Residente de 5.º año de Traumatología y Ortopedia HUMV, Santander
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo