La sensatez de Guardiola
Los premios «Príncipe de Asturias» son algo que no sólo debe enorgullecer a los asturianos sino a cuantos residimos en Asturias.
Por ello es de agradecer que alguna vez surja una voz cualificada y desee poner sensatez en lo que respecta al apartado de deportes; quizás el único que ha suscitado alguna polémica.
Fue el caso, en su día, del premio otorgado a Fernando Alonso. Aquel jurado, impresionado por un entusiasmo patriótico, fijó sus ojos en un deportista asturiano, quien lo recibió al poco tiempo de que se disparase la «Alonsomanía». Fue una debilidad sentimental más que un reconocimiento objetivo.
Actualmente surge el caso de Pep Guardiola. Se le propugna como valedor para este premio de Deportes en la edición de este año; pero este señor ha resultado una persona lúcida, pues ahí están sus palabras; y a pesar de que al igual que Fernando Alonso, en su día, fue propuesto para el «Príncipe de Asturias» del Deporte, y también respaldado por un gran fervor mediático, la diferencia es que Alonso se lo creyó en seguida, en tanto que Guardiola ha salido al paso de la noticia y se ha desmarcado. «Yo no llevo ni un año como entrenador de alto nivel. Además yo no funciono sin los jugadores ni la institución; si quieren darme el premio, que me lo den cuando tenga 60 años» (sic).
Son palabras merecedoras de un premio a la sensatez; y sería muy aconsejable tomar en serio la reflexión de Guardiola. Los «Príncipe de Asturias» son una cosa muy seria, y no deberían confundirse nunca con un concurso de salto a la fama.
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