Maya puede morir
Todos sabemos quién es la abeja Maya y podemos recordar imágenes de cuando volaba, en busca de sus amigos Willy y Flip, o simplemente en busca de una flor para coger su polen. Ahora bien, imaginemos a la abeja Maya que, de repente y sin saber por qué, va en busca de sus amigos o de esa flor y es incapaz de encontrarlos.
Hoy en día, lejos de ser una secuencia animada, tienen precisamente ese problema: desorientadas, son incapaces de volver a la colmena y acaban muriendo. Las abejas siempre han sido muy estimadas por los humanos por todo lo que nos aportan. Además de los productos que elaboran, que contienen múltiples propiedades beneficiosas para la salud del hombre, son usados incluso en la elaboración de recetas farmacéuticas y, por otro lado, son un eslabón fundamental para la polinización de los campos de cultivo.
Tras realizar varios estudios se ha descubierto que una de las principales causas de este problema es la utilización de diversos insecticidas que se usan en la agricultura. Así que una vez más parece ser que la mano del hombre ensombrece el entorno natural y, aunque la Unión Europea ya haya tomado cartas en el asunto prohibiendo el uso de tres de esos pesticidas, me pregunto si estaremos haciendo lo suficiente para ayudarlas a salvarse de una muerte segura.
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