Españoles en Europa: mano de obra cualificada
Hace pocos meses que ando por las calles de Edimburgo en la categoría de residente. En ellas puedes encontrar lluvia, suelos empedrados, edificios de estilo medieval y una cantidad abundante y preocupante de españoles.
Sorprendida las primeras veces, es ya una práctica habitual entender al 100% las conversaciones de aquellos a los que me cruzo caminando, en las tiendas o en los supermercados.
Y es que son muchos aquellos que han emigrado para alentarse de esperanza y de trabajo. Un trabajo no correspondiente a la formación académica de cada uno, pero sí más que el no existente.
Daniel. Licenciado en Ingeniería Mecánica: Waiter.
Lucía. Licenciada en Psicología: Housekepeer.
Marcos. Licenciado en Magisterio: Kitchen porter.
Elena. Licenciada en Bellas Artes: General assistant.
Toni. Licenciado en Publicidad: Pizza maker.
Éstos son sólo algunos de los cientos de españoles que estamos en Edimburgo. Quizás empezamos a ser la mano de obra de Europa, de Reino Unido, de Edimburgo.
Pero lo más triste es que aun siendo la mano de obra, este país nos deja entrever más esperanza laboral que el país de donde venimos formados.
Empeorar unas condiciones laborales para poder crecer luego, personal y laboralmente.
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